Ultimas instrucciones de Thomas
Hardy
Que… no se
comunique a nadie mi muerte,
O que nadie llore
por mí
Y que no me
entierren en tierra sagrada,
Y que ningún
sacristán toque las campanas
Y que nadie pueda
ver mi cuerpo muerto
Y que ningún
lloraduelos me siga en mi entierro
Y que no se
depositen flores en mi tumba
Y que ni un solo
hombre me recuerde
Esta es mi
voluntad