RUTINA RUIN
Los gallos de los despertares del pasado ya debieron
cantar.
Esperan horas largas, como cientos de kilómetros,
horas largas como cientos de eternidad.
La jornada de la fatiga no demora en empezar.
Imposible no escuchar el eco de voces dolorosas
apagándose en murmullos sincopados que hielan la sangre. Tengo el corazón
abierto, desnudo, como el fruto de un
primer nacimiento.
De mi boca hay palabras en desbandada pero noto con
pesar que la palabra amor me crece defectuosa.
En mis entrañas un grito lucha por hacerse fecundo.
Los ventanales de mi piso de arriba se humedecen luego
de un temporal de añoranzas; temores y dolores chocan entre sí y al mismo tiempo
una pila de ayes pugna por morir.
Me derrumbo contra las paredes de la inconstancia
Mi cuerpo reclama el azote del viento y de la lluvia
Un ala de
pájaro (adiós enormes catedrales) abanica mis heridas
La vida parece rumiar la desgracia en sus dientes
carcomidos por el tiempo
La voluntad sufre y se lanza en tensión contra los fogonazos que sin piedad
el odio esparce por la estancia
¡La muerte es! La muerte diaria
La muerte. Bailarina sobre respiraciones que entre los
dedos se me escapa y entre las sombras me abraza.
¡Ay!
Desde lo alto de mi amor echo a rodar una lágrima (y será la última por hoy)
¡Alud de odio expirando!
No se sabe bien …..como terminará, pero ahora sí,
rumbo al trabajo….