¡Oh, palabras estrechas!
Laura Otis, la incomparable Laura Otis, además de cultivar el cuidado de su espectacular cuerpo.......era una eximia jugadora de yo-yo.
Quiso la suerte que en las Olimpiadas el yo-yo participara como deporte de exhibición.
Bueno. Como era de esperarse, la incomparable Laura Otis, representó a nuestro país y no solo eso, se trajo para las arcas del deporte colombiano los máximos honores..
El jurado calificador quedó lelo, absorto, boquiabierto, patidifuso (Véase Lexicón para comentaristas deportivos en Sport Ilustrated, May. 98) ante tan magistral demostración de habilidad y talento. Indiscutible, Medalla de Oro para Colombia (Fue la primera presea dorada en largo historial de participación nacional en el evento)
La medalla dorada fue colgada en su cuello y semejaba una sima dorada entre las hermosas montañas de sus senos. No todos miraban la medalla.
A pesar de su éxito o tal vez gracias a él, la singular Laura Otis continuo cultivando más y más su cuerpo......hasta que este no resistió más, perdió vigor...fertilidad...y se volvió viejo, árido, seco estéril (Véase Lexicón para agrónomos, ecólogos y afines)
Ahora Laura Otis, la ex campeona olímpica de yo-yo trabaja como ascensorista en el edificio del Comité Olímpico Colombiano. Para reconocerla, basta señalar que luce una estrecha camiseta de Colombia y de su cuello pende una medalla olímpica.
Hoy todos miran la medalla.
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