viernes, 28 de julio de 2017

Roque Luengas por Fermín Hood (Cuentos anómalos del litoral)



ROQUE LUENGAS

Como que se llamaba Roque Luengas y toda su vida anduvo por el camino recto.
Roque, católico, practicante y práctico.
Claro que de cuando en vez era justo “echarse una cana al aire”.
En esas raras ocasiones, Roque visitaba un reconocido Club Nocturno, sólo para caballeros, y todas las veces acompañado de un amigo, pues era previsible que se pusiera nervioso e hiciera el ridículo delante de las damiselas que están en esos lugares haciéndolo.
Roque era muy imaginativo.
Como todo buen maestro de literatura y de ética, poseía una imaginación bastante adiestrada para salir airoso de cualquier incidente en el que se involucrara.
Pero…..¡sorpresas teda la vida!.
Como solía hacerlo, convidó a uno de sus mejores amigos, recto como él, y por probar decidió no ir a uno de esos lugares conocidos, sino que eligió uno que había sido inaugurado recientemente y que ofrecía colegialas……como maliciosamente le murmuró el informante y ahora lo hacía Roque con su recto compinche. ¡Colegialas!
Entraron al local…Miraron el material humano y por poco a Roque le da un síncope al descubrir en el grupo de mujeres medio desnudas a Emma Luengas Ortiz, su primogénita, la luz de sus ojos.
-          - ¿Qué haces tú aquí?, pregunta Roque con ojos desorbitados
-          - ¿Qué haces tú aquí, pregunta Emma con cierto desprecio
Y aunque los dos tienen montones de palabras para responder, casi que tácitamente deciden que lo mejor para ambos, por el momento, es callar.

      Santa Marta 2008 – Fermín Hood -  (Cuentos anómalos del litoral)


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