lunes, 2 de abril de 2018

Menage a trois - Cuentos anómalos del litoral




MÉNAGE Á TROIS

Marcelo era feo y acaudalado; además era viejo….y acaudalado.
Tan acaudalado, que la fortuna que poseía, lograba hacer olvidar a todos que Marcelo era viejo y feo. Era acaudalado.
Leonard era joven, hermoso, pero tenía dos defectos: era pobre y le faltaba un diente.
Anella era pobre, más pobre que Leonard y tan ambiciosa como Marcelo.
Anella era hermosa; hermosa eso sí, y por ser hermosa, Marcelo y Leonard la pretendían.
El dilema de Anella, a pesar de todo, era grande: ¿Fortuna o belleza?
La ambición gritaba: ¡Fortuna!
Pero el cuerpo le pedía: ¡Belleza!
-         “Quiero tener las dos” , gritó Anella
-         “O ninguna”…., le dijo Mariana, su mejor amiga
Marcelo murió con su feura intacta.
Leonard se mandó poner el diente y se fue a trabajar a la televisión mexicana donde hace un galán espectacular.
Anella y Maríana son felices. Presiden un famoso grupo de diversidad sexual financiado por una pequeña parte de la fortuna de Marcelo.
Marcelo era viejo y feo…y acaudalado…y eso es asqueroso. ¿No les parece?
                            


                                                                                  Fermín Hood  - Santa Marta, febrero 2008

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