GOOD YEAR SISTERS
En asuntos de amores no
se ha escrito la última palabra. Y dudo mucho que se llegue a hacerlo. Claro, de
cuando en cuando aparecen auténticas sorpresas…….
San Francisco,
California, caluroso verano de año reciente. De forma misteriosa, todas, todas,
todas las hermanitas Good Year amanecieron un día profundamente enamoradas de
los hermanitos Michelin, inmigrantes europeos que habían logrado conformar una
populosa comunidad en los Estados Unidos. Amor que saltaba a la vista entre
otras cosas porque las Good Year, fieles al desenfado de la costa oeste….no
hacían nada por ocultarlo.
Y es que las hermanitas
Good Year, con el ímpetu que dan la juventud y la belleza, apenas veían el
objeto de su deseo, se abalanzaban sobre él para abrazarlo, para acariciarlo,
para cantarle a los tiempos del “free
love”
Por supuesto el índice de
accidentalidad se incrementó de manera
alarmante en las calles y carreteras californianas (no sobra señalar que el
fenómeno se presenta exclusivamente en el Estado de California, territorio
comparado no pocas veces con el Edén)
Los niveles son de
catástrofe….hasta hoy…
Una luz de esperanza
aparece en el firmamento.
El oficial Tanner, jefe
de la policía de San Francisco, hasta hace unos pocos minutos, derrumbado sobre
su escritorio en señal de impotencia; sonríe esperanzado después de leer el escueto informe de sus agentes:
“Varios Michelin han sido localizados
a la entrada de un conocido bar gay”
-
Algo es algo, piensa Tanner y sale raudo
en su patrulla equipado con un juego de preciosas
Firestone.
Santa Marta, marzo
26 de 2008