lunes, 3 de febrero de 2025

"Peter Badoder" por Fernando Arias Alvarez

 


Peter Badoder

(Reportaje biográfico

 

 

Peter Badoder era un gran artista.

Eso sería suficiente para entronizarlo en el Panteón de la creación humana. No fue así.

 

Los grandes artistas aseveran que el talento sin trabajo no sirve de nada y tienen toda la razón.

Talentos desbordantes han caído al precipicio por falta de esfuerzo. No es el caso de este artista del que trataremos hoy. Las causas de su estrepitoso fracaso no se hallan en la falta de dedicación y disciplina. Talentoso como el que más, Peter Badoder pudo haber sido el más grande artista de la humanidad.

 

Peter Badoder pudo haber llegado a las cimas a las que llegaron Leonardo De Vinci, Miguel Angel, Rafael… de no haber sido por una razón de lo más curiosa y al mismo tiempo anodina.

 

Peter incursionó con éxito en toda clase de expresiones artísticas….una vez lo echaron de su casa y a modo de rebusque fue descubriendo poco a poco la belleza del lenguaje artístico y las huellas que deja en el alma.

 

Peter Badoder, el pintor.

 

Como todos los nacidos con el sino del genio, Peter inició su carrera desempeñando un trabajo muy humilde. Fue ayudante de un pintor de brocha gorda que pulía paredes en el centro de Bogotá.

Peter pasó de la brocha gorda al pincel con la naturalidad del genio y la extrañeza de los que lo contrataban.

Al dar el paso definitivo y comprenderse como “maestro”, para algunos importantes  críticos de la capital el señor Badoder debió ser conocido como El Giotto de Egipto entre otras razones porque su primer taller estaba situado en diagonal a la Parroquia del Barrio Egipto en la capital de la Republica.

 

Peter logó allí la realización de algunas de sus obras más importante y el mismo las bautizó como el “periodo hambre” pues durante este periodo lo asaltaron varias veces, no pudo pagar el arriendo y le cortaron el agua razón por la cual no se pudo bañar en muchos días y su cuerpo empezó a despedir el olor característico de los vagabundos.

 

Acuciado por escandalosas deudas, pero fiel a sus inclinaciones creativas, Peter incursionó con fuerza en el arte de la pantomima, luego de ver a un mimo callejero en un documental sobre Barcelona.  Sus primeros pasos en este maravilloso pero difícil arte, presagiaban que Peter podría llegar a convertirse en el émulo americano de la escuela francesa. Hasta que un día mientras realizaba una de sus más sorprendentes rutinas, fue arrestado por la policía por el cargo de vagancia y retenido durante varios meses en un centro de rehabilitación para viciosos.

Fue una experiencia devastadora.

 

Pero el carácter de Peter, indómito como el que más encontró un nuevo manantial para beber la inspiración y hacer crecer su talento: La música

.

Conoció a una estudiante de antropología de la Universidad Nacional quien además de dar charlas en el centro de rehabilitación, cantaba en un grupo andino y se “encarretó” con el tema….de la música y todo fue de maravilla hasta un día en que subieron a cantar a un bus del trasporte urbano y varios pasajeros tuvieron que vomitar por  no soportar el fuerte olor de las axilas de Peter.

Por poco son linchados. No obstante, las líricas que Peter compuso se conservan intactas, aunque algunos mercaderes de la música se obstinan en nominarlo como:  Peter Badoder, el padre del reguetón.

Este desafuero no cayó nada bien en Puerto Rico y en Medellín por lo que Peter se ganó unos poderosos enemigos sin tener la culpa.

 

Peter Badoder era de los que se daba por vencido.

 

Gracias a su asiduidad en la Biblioteca Pública a la que iba a gorrear comida  que dejaban los estudiantes o loncheras descuidadas, logró que  la señora encargada le diera la oportunidad de leer poemas en voz alta ante auditorios escolares. No extraño para nada que lo hiciera de la mejor manera ya que su voz era privilegiada y su talento natural para la actuación hacía que cada uno de los versos se acercara a la intención del poeta que lo escribió.

Llegó al punto de intercalar poemas de los grandes maestros con versos suyos demostrando toda su sensibilidad y talento. Maravilloso…pero el problema de siempre lo atacó de la forma más desconcertante y acabó con sus recitales, llegándole incluso a serle prohibido su ingreso al edificio pues le achacaron la dramática deserción de lectores.

 

Errando por el sector artístico de la capital, Peter llegó a la ópera cuando pasando por el Teatro Colón escuchó un ensayo de la temporada de ese año. Fue amor a primera vista. Su memoria prodigiosa le permitió aprender rápidamente todas las arias concebidas para tenores  y se hacía oír cantando frente al palacio de la Cancillería por unas pocas  monedas.

 

A menudo era arrestado pero su tesón logro que un prestigioso director norteamericano se fijara en él. Pero como no podía comprobar estudios líricos le asignaron papeles secundarios. Peter aceptó encantado sabiendo que esa oportunidad era lo que estaba buscando.

Cierta vez una famosa soprano italiana vino a la capital a cantar Aida y Peter debió reemplazar de urgencia el rol de Radamés lo que constituyó un gran golpe de suerte. El problema fue que la famosa soprano no pudo resistir el penetrante olor de sus axilas y vomitó en plena escenario justo en la escena de la Marcha requeté conocida.

El talento de Peter no pudo con la fama de la diva. Así que nuevamente el genio retomó su deambular por el mundo incomprensible de la creación.

 

 

Nunca se daría por vencido.

A pesar de ser mayor nunca consideró su edad un impedimento para iniciar a practicar el ballet.

A las dos semanas de iniciar su carrera ya sus compañeros habían desistido por lo que el salón quedaba solo para él.

Allí y sin la ayuda de un gran maestro, Peter logró dominar el lenguaje del ballet y su cuerpo se hizo muy flexible para recibir cuanto rol clásico aparecía en la escena.

Y se especializó en los levantamientos pues logró un equilibrio perfecto entre fuerza y la gracia en el movimiento lo que lo hizo imprescindible en los “pas de deux”

 

El grave problema ocurrió en una función en la que levantó a una famosa bailarina británica quien al aspirar el olor de los sobacos de Peter perdió el conocimiento y fue lanzada por este contra el público causando la muerte de una veterana diletante, crítica de arte que estaba sentada en la tercera fila.

 

Luego de las investigaciones fue exonerado de todo cargo y sus colegas bailarines con secreto propósito lo convencieron de renunciar al ballet e incursionar en el arte teatral de calle, pues una práctica al aire libre aminoraría el peligro en los fuertes olores corporales expelidos por el artista.

Como artista callejero se dio a conocer porque indudablemente su talento era superior a su olor y un presunto mecenas impresionado por la historia de Peter y con ganas de ayudarlo gestionó en una agencia de publicidad para que lo contrataran como actor para grabar un spot publicitario con el que pretendían anunciar las bondades de un potente desodorante.

Peter encontró su prueba de fuego.

La escena era en un cuarto de baño y luego de ducharse y secarse muy bien Peter debía aplicarse el desodorante  en su presentación más popular.

Nadie se explica la razón por la cual, al hacerlo, en sus axilas se formaron dos enormes llamaradas que no pudieron ser apagadas con la rapidez que se necesitaba

.

La vida del gran artista pudo salvarse, pero no pudo volver a pegar los brazos a su cuerpo y quedó para siempre con los brazos extendidos como si fuera a lazar vuelo.

 

Tuvo que dejar las prácticas artísticas de lado por su imposibilidad física, pero gracias a la generosidad de su mecenas hoy se gana la vida como espantapájaros en las fincas de artistas no tan talentosos como él, pero tocados por la diosa fortuna.

 

El arte  de la humanidad perdió a un colombiano que hubiera podido ser uno de los más grandes exponentes, la octava maravilla del mundo, el non plus ultra y todo por un irresistible, incomprensible e inconveniente golpe de ala.

 

 Y el campo ganó el mejor remedio contra las aves depredadoras.

 

martes, 21 de enero de 2025

She arrives to the city - Fernando Arias Alvarez



She arrives to the city

 

PERSONAJES:

ROSAURA, hermosa joven campesina que visita por primera vez la gran ciudad

SHIRLEY, hermosa joven campesina que visita por segunda vez la gran ciudad

PAUL, miope heredero de un magnate del transporte local

ROBERT, heredero de un magnate del transporte local

SUSANA, ambiciosa novia de Paul y de paso futura heredera de un magnate del transporte local

LUISA, viuda del magnate del transporte local y principal heredera

TOÑO, joven campesino que aprendió a conducir para trabajar para el magnate del transporte local

LADRON, trabajador independiente. Se beneficia del transporte local

TRANSEUNTES, víctimas del mal servicio del transporte local

 

1

 

(Altoparlante en el Terminal de Transporte de la hermosa ciudad de Bogotá. Rosaura cargada con morral y maleta va a hablar por teléfono)

ROSAURA: ¡Alo! Señora Marlene, soy yo…Rosaura…..si la misma que canta y baila…Pues acabo de llegar y no se pa` dónde agarrar. Yo no se direcciones ni nada…yo creo que alguien tiene que venir a recogerme….¿No? Y entonces que hago….¿Esperar? …No tengo ni un centavo….Lo que tenía se me fue en el pasaje  y unas pastillas de Mareol… Bueno…Yo la espero…Dígame (En un corto descuido un ladrón acechante se carga la maleta de Rosaura) !Alo! Pero….¿Cómo me va a hacer esto? No pude viajar antes y eso usted lo sabía…..¿Mi maleta? ¿Dónde está mi maleta? ¡Ayy, me robaron la maleta! ¡Que desventurada soy! (Llorosa se acomoda en una banca y mete la cara entre las manos) ¿Qué voy a hacer? ¿Ahora qué hago?

(Entra a escena Shirley portando una desvencijada maleta. Ve a Rosaura)

SHIRLEY: ¡Qué desgracia! Mire dónde vengo a encontrarme a la Rosaura. Toda la vida viéndole la jeta en el pueblo y salgo de allá y lo primero que encuentro en la capital es al arremuesco este….!Rosaura! ¿Qué está haciendo aquí?

ROSAURA: ¡Shirley!….!Gracias a Dios, alguien conocido! Pos vine a trabajar con la señora Marlene y la vieja esa se le olvidó que me hizo venir y nadie viene a recogerme como me prometieron…y estaba hablando por teléfono y me robaron la maleta. Y pa´acabar de completar la vieja me sale conque ya consiguió empleada y ya no me necesita.

SHIRLEY: ¡Si será! ¡Si Será! Yo le dije una vez allá en el pueblo que en esta ciudad tiene una que tener mucho cuidado porque hay mucho bandido…Venga y la explico cómo hace uno pa´ que no la roben. Si tiene que llamar pues…pone uno la maleta en el suelo y le pone una pata encima así…entonces uno marca y verifica…marca y como uno está atento a lo que le dicen a una por el aparato…pues verifica uno con la pata así…¿entendió? Una hace la llamada se concentra y el pie…concentrada y verifica, verifi….verific…!mierda! ¡Me robaron la maleta!

ROSAURA: Por burlarse de mi lo que le pasa…¿Qué vamos a hacer ahora?

SHIRLEY: ¡Pues sentarnos aquí a chillar mientras se nos ocurre qué hacer! (Paul y Robert entran a escena. Su comportamiento es misterioso. Robert va al teléfono y se devuelve)

ROBERT: Llame usted, no tengo monedas

PAUL: Yo tampoco

ROBERT: Pida una moneda prestada a las viejas esas….

PAUL: ¡Tolis! (Se acerca a la banca) Buenas, señoritas…serían tan ambles de facilitarme una moneda para realizar una llamada urgente…

SHIRLEY: ¡Claro que sí! (a Rosaura) ¡Hola! Dele una moneda el muchacho. (Rosaura busca en todas partes hasta que se saca un zapato y entrega la moneda a Paul)

PAUL: ¡Gracias! (Va al teléfono) ¡Bien! Si. ¡Si! ¡Si!...¿Sí?...!Si…si…si! ¡Si! (Cuelga el teléfono)

ROBERT: ¿Qué dijo?

PAUL: ¡Qué si!

ROBERT: ¡Listo! (Hace una seña y los dos avanzan hacia la banca en que están Rosaura y Shirley. Les dicen algo en el oído y avanzan tres pasos y ponen la mano en la cintura. Las dos mujeres se miran y corren a prenderse del brazo de los galanes para salir cada pareja por un extremo de escenario.

 

2

 

(Entran Rosaura y Paul)

PAUL: ¡Esta es mi casa!

ROSAURA: Muy grande y muy bonita. Se ve muy cómoda…señor..

PAUL: Llámame Paul

ROSAURA: Está bien…!Paul! Muy linda su……tu casa,  ¡Paul!

PAUL: También es tu casa, preciosa

ROSAURA: ¿Y eso por qué?

PAUL: Apenas te vi en el Terminal supe que había encontrado la mujer que he estado buscando toda mi vida….

ROSAURA: ¡No entiendo!

PAUL: ¡Ya entenderás! Ahora permite que te abrace y te de un beso de bienvenida a tu nuevo hogar…

ROSAURA: Pero señorito….

PAUL: Nada de señorito. Llámame Paul….Paul

ROSAURA: ¡Paul!

PAUL: ¡Eso es! Ahora ven a mis brazos muchacha de risa loca

SUSANA: ¡Paul! Ya llegaste amor…(Paul se aparta con brusquedad de Rosaura) ¿Qué estás haciendo? ¿Y esta quién es?

PAUL: ¡Hola Susanita, amor mío! No sabía que estabas en casa….

SUSANA: ¿Esta tipa quién es? ¿Y por qué la ibas a abrazar?

PAUL: ¿Esta tipa? Bueno…no te había contado. Te presento a Rosaura es….es la nueva empleada de la casa y le estaba dando la bienvenida…Bueno Rosaura, puede pasar a ese cuarto allí encontrará su uniforme y todos los implementos para el aseo de la casa. A su derecha está la cocina y bueno....ya casi es hora de cenar así que deja lo del aseo para mañana....Susanita, !Cómo estás de linda esta tarde!  Es contigo…

SUSANA: ¡Si! No veo a nadie más

PAUL: Te estaba esperando ansiosamente

SUSANA: Eso está claro. Ya se nos hizo tarde, vamos de una vez y en el camino me explicas lo que tengas que explicar…

PAUL: No hay nada que explicar, chiquilla….Es la sirvienta que contratamos para que ayude a mamá. La pobre vieja ya no está para hacerse cargo del trabajo de la casa….(Salen)

 

3

 

(Entran Robert y Shirley)

ROBERT: Esta es mi casa

SHIRLEY: Es una verdadera mansión. Como las que se ven en las películas.

ROBERT: Si, es grande y bonita. La construyó mi padre

SHIRLEY: Tu padre debe ser un hombre guapo, como tu…

ROBERT: Mi padre falleció hace dos años

SHIRLEY: Mi sentido pésame…

ROBERT: Era un gran hombre, lo extraño mucho…

SHIRLEY: (Lo abraza) Te entiendo

ROBERT: ¿Qué haces?

SHIRLEY: Te doy un poco de consuelo

ROBERT: Acabamos de conocernos

SHIRLEY: Para mí es como si te conociera de toda la vida…ven, un poquito de cariño no le hace daño a nadie. Eres un hombre muy lindo y no mereces andar por ahí consumido por la tristeza (La abraza con fuerza y le estampa un beso. Entra doña Luisa)

LUISA: ¡Robert! ¿Quieres explicarme quién es esta tipa y qué hace aquí?

ROBERT: No es lo que estás pensando mami….Ella es…una amiga que

SHIRLEY: Soy su prometida…

ROBERT: ¿Qué? No…

LUISA: ¡Gracias Dios mio! Has escuchado mis plegarias. Mi hijo no es gay….Ven para acá hijita. Me acabas de hacer la suegra más orgullosa de este mundo…Vengan los dos, esto hay que celebrarlo….Cuéntame hijita….¿Dónde vives?

SHIRLEY: Bueno, yo……

LUISA: No importa. Desde este momento esta es tu casa. Yo misma voy a arreglar tu habitación porque aún no tenemos servidumbre y cuando formalicen la relación, Robert y tu vivirán en el piso de arriba….No puedo creerlo, mi Robert tiene novia….

ROBERT: Pero mami…..

LUISA: No hay pero que valga. Está decidido. Esto lo tienen que saber en el club….(Sale).

ROBERT: ¿Por qué dijiste que eras mi prometida?

SHIRLEY: Un presentimiento. Creo que es nuestro destino…

ROBERT: Ni creas que…

SHIRLEY: ¡Shssst! Sigue el juego….no querrás enojar a tu mamita. Se nota que es tremenda y que tiene un concepto errado de ti…

 

4

 

(Sala de la casa. Rosaura trapea y Shirley entra fumando y humilla a su amiga tirando la ceniza al piso, esparciendo la basura)

SHIRLEY: No entiendo como trapeas sin barrer antes. ¡Esto da asco!

ROSAURA: ¡Amiga! Tienes que ayudarme….hay un malentendido.

SHIRLEY: ¡Ningún malentendido!  No sea igualada. Yo no soy su amiga. Más bien concéntrese en hacer bien su trabajo o la reporto con Luisa o Susana para que la pongan de patitas en la calle. Agradezca que por mi tiene este empleo.

ROSAURA: No puedo creer que …

SHIRLEY: Pues créalo y apúrele que mi esposo y mi cuñado vienen a almorzar y aún no contratamos cocinera así que….le figuró. (Tira la colilla del cigarro)

ROSAURA: No puedo creer que sean tan mala gente

SHIRLEY: Cuidado con lo que dice sirvientica.  No me tiembla la mano para ponerla en su sitio. Igualada. Apúrele más bien que ya tengo hambre…

ROSAURA: Yo no le he hecho nada para que se porte así conmigo. (Entra veloz Paul)

PAUL: Rosaura, mi amor…Déjame que te explique lo que pasó…..Verás, yo

ROSAURA: No, señorito, no hay nada que explicar. Ya tengo bastante….

PAUL: Lo se y es todo por mi culpa. Pero te juro que mi sentimiento por ti es verdadero. Rosaura yo te…

SUSANA: ¡Paul! ¿Qué haces?

PAUL: Nada, Susanita mi amor…Imagínate que esta criaducha de segunda me manchó la camisa que  me regalaste. La echó a perder y le estoy diciendo que se la descontaré del sueldo..

SUSANA: ¿Y por eso tienes que acercártele tanto?

PAUL: Mi amor, sabes que no me gusta hacer escándalo….(a Rosaura) Y usted, mantequita, tenga más cuidado con mi ropa. Es muy fina y delicada…¿Entendido?

ROSAURA: ¡Sí!

PAUL: ¡Si, señor! ¡Grosera!

ROSAURA: ¡Sí señor!

SUSANA: ¡Si señor Paul!

ROSAURA: ¡Si señor Paul!

PAUL: Vamos amor antes de que se acabe de dañar el día (al salir guiña el ojo a Rosaura y le manda un beso)

 

5

 

(Entra Robert y le declara su amor)

ROBERT: ¡Amor!

ROSAURA: ¡Qué mi amor ni qué nada!

ROBERT: Lamento mucho este malentendido.

ROSAURA: No lamente nada que yo voy a largarme. No aguanto más

ROBERT: ¿Por qué?

ROSAURA: No se haga el desentendido que usted sabe muy bien por qué.

ROBERT: No se. Verás, desde que las vimos en el terminal decidimos conquistarlas y te juro que yo te elegí. Pero mi hermano que es medio cegatón arrancó primero contigo y no pude alcanzarlos, cuando llegué a casa mi madre pensó que tu amiga y yo…

ROSAURA: Claro. La tonta ya se tragó el cuento

ROBERT: Te juro por lo más sagrado que lo que te digo es verdad

ROSAURA:  Ya estoy para creerle. (Se quita el delantal) Permisito que yo me largo

ROBERT: (Se para frente a ella y la toma por los hombros) No te voy a dejar ir

ROSAURA: ¿Me va a secuestrar?

ROBERT: Pues si me toca secuestrarte para demostrarte mi amor…lo voy hacer

ROSAURA: Inténtelo y le haré un escándalo del que se acordará toda su vida…

ROBERT: Escándalo no. Cálmate. !Yo te amo!

ROSAURA: No puedo creerle que todo un señorito se vaya a enamorar de una campesina en tan corto tiempo…..Ustedes lo que quieren es burlarse de nosotras.

ROBERT: Ya te diste cuenta que tu amiga le cayó bien a mi mamí y se pavonea por la casa como si fuera la dueña. Pues te confieso que ese papel era para ti….Mi hermano ya tiene su prometida y va a casarse el fin de mes. En cuanto aclaremos esto vas a tener tu lugar. Ven dame un abrazo.

(Se asoma Shirley)

SHIRLEY: ¡Robert! ¡Amor! ¿Qué haces?

ROBERT: Estoy aquí en la sala buscando agua

SHIRLEY: ¿Y por qué no le dices a la criada que te la alcance? Ven pronto

ROBERT: Ya voy….(a Rosaura) Amor mio, te juro que voy a aclarar esto cuanto antes

ROSAURA: No veo cómo, si le haces caso a todo lo que te dice Shirley…

ROBERT: La voy a parar en seco. Dame un aliciente,  (intenta besarla) una motivación…

ROSAURA: No mijito, ni crea que voy a caer tan fácil….

ROBERT: Estoy dispuesto a todo para demostrarte la sinceridad de mis palabras…

ROSAURA: Pues empiece por quitarme la mano del trasero…

SHIRLEY: ¡Robert! Te estoy esperando….Ya me puse cómoda

ROBERT: Enseguida subo…!Cosita rica!

ROSAURA: Entiendo. Yo vengo siendo como dicen ustedes los ricos…el aperitivo.

ROBERT: Lo decía por ti…!Cosita rica!

ROSAURA: La convencen a una y después la tiran a la calle con barriga y todo.

ROBERT: No digas esas cosas. La verdad es que produces en mi sensaciones y sentimientos que no había experimentado antes..

ROSAURA: ¿Y por eso tiene que apretarme así? Voy a gritar si no me suelta

ROBERT: No tienes por qué gritar. Déjate llevar…

SHIRLEY: Se me agota la paciencia Robert…!No respondo!

ROBERT: Te dije que ya voy….Tenemos que hablar (a Rosaura) No te vayas. Déjame abierta la puerta de tu cuarto y te aseguro que mañana mismo hablo con la familia y aclaro todo.

ROSAURA: Eso es un chantaje, un delito. Ustedes los ricos hacen con los pobres lo que se les da la gana

ROBERT: ¡Mi amor! Dame una oportunidad

ROSAURA: Sí, pero suélteme…

ROBERT: ¡Un besito!

ROSAURA: ¡No!

ROBERT: ¡Besito!

ROSAURA: No

ROBERT: ¡Besito! ¿Si?

ROSAURA: ¡Ummm! !Quieto señorito!

(Irrumpen Shirley y doña Luisa)

SHIRLEY: Mira Luisa con tus propios ojos lo que la criadita esta ocasionando en la familia. Yo no quiero más a esa mujer en esta casa

LUISA: ¡Robert! ¿Cómo pudiste? No solo has engañado a esta pobre muchacha sino también has roto  la confianza de tu madre. Echas todo a perder por una insignificante mujerzuela como esa….(Lleva las manos al pecho) Mi corazón no soporta tanto…Me va a dar algo, me va a dar algo…(Se desmaya)

SHIRLEY: Se dan cuenta de lo que es capaz de ocasionar esta…. poca cosa. Robert, haga algo. No sé qué de ahí parado como un idiota

SUSANA: (Entrando alborotada) ¿Qué es lo que está pasando aquí? Ya no puede uno dormir tranquila en esta casa

ROBERT: ¡No pasa nada! Mamá está haciendo uno de sus shows. Regresa a dormir que no pasa nada.

SUSANA. Pues le recuerdo cuñadito que yo tengo quien me mande a dormir y no es usted

ROBERT: Esto es un show montado por la farsante esta que tiene a mi mamá en la palma de su mano.

SHIRLEY: Robert… La verdad es  que eres mucho…… miserable  y no le digo otra cosa por respeto a Luisita

PAUL: (Entra agitado) ¡Mami! Mami, que te han hecho…¿Con se les ocurre hacer tanto escándalo sabiendo que mi mamita sufre el corazón?

SHIRLEY: La culpable es esta patirrajada que se le estaba insinuando a mi prometido que  es un poco hombre por lo que acabo de ver.

PAUL: ¿Es cierto eso Rosaura?

SHIRLEY: ¡Claro que es cierto! Yo los vi con esto los vi con estos ojos y tu mamá también Por eso le dio el soponcio.

ROSAURA: Yo me largo inmediatamente de   esta casa de locos  y si es verdad que la  señora  está moribunda…. hagan algo, llamen una ambulancia.  ¿O la van a dejar así?

SUSANA: Tiene razón la mugrosa Llamemos una ambulancia

PAUL: Shirley, Llame una ambulancia y tú,  Robert,  no te quedes ahí parado.  Ayúdame a levantarla

SHIRLEY: Listo, yo me encargo de la ambulancia (a Rosaura) En cuanto a usted, poca cosa, no la quiero ver a ver en esta casa.  ¡Coja sus cuatro chiros y lárguese! (Todos salen excepto Shirley que cierra la escena hablando por teléfono) ¡La dirección? No me la sé,  pero pregunté por la casa de los Moreno, los empresarios transportadores…..

 

6

 

(Altoparlante en el Terminal de Transporte de la que sigue siendo la hermosa capital de Colombia. Rosaura cargada con morral, maleta y una caja va a hablar por teléfono de monedas)

ROSAURA: ¡Alo, Toño!.. Está decidido Me regreso contigo para el pueblo Te estoy esperando en el terminal´. No tardes

(Llega Robert)

ROBERT:  !Rosaura, amor mío! ¡Perdóname! Todos hemos sido muy injustos contigo. Sé que has tomado la decisión de marcharte  y te la respeto, pero permite que haga algo para compensarte.   Espérame, voy A comprar un detalle para tus hermanitos y tu familia. Ya vengo. (Sale Robert, pasan parroquianos)

(Llega Luisa)

LUISA: Mijita, Yo sé que se nos fue la mano con usted pero Para que no pienses que somos unos explotadores aquí tienes un cheque bastante jugoso por los días que trabajaste y no sobra pedir que nos perdones a mis hijos y a mí. Y como sé que usted es tan bruta que no sabe cómo cobrar un cheque voy a ir hasta el Banco y le voy a traer en efectivo. (Sale Luisa y pasan parroquianos)

PAUL: No te vayas tesoro, todo esto lo podemos arreglar. Necesito que me ayudes a deshacerme de Susana. Ese compromiso es una farsa. Ve a tu pueblo y regresas y nos ponemos de acuerdo. Mientras tanto voy a comprar algo para que no llegues a los tuyos con las manos vacías (Sale  Paul y pasan parroquianos)

(Entra Susana)

SUSANA: Mire niña  muy bien es sabido  que a bichitos como usted solo les interesa el dinero. Póngame una cantidad  y se la traeré con tal de que deje a Paul en paz. (Rosaura la mira con indiferencia) Se quedó muda la boba. Pues yo le traeré lo que considero es suficiente para no volver a verla.  No se mueva que voy al Banco.  (Sale Susana y pasan parroquianos)

(Llega Shirley apurada)

SHIRLEY: Manita, manita necesito que me haga un fa.  Llévame este paquetico  y se lo entrega a mi mamá, que me lo guarde muy bien y no vaya a contarle esto a nadie. Me entiende. ¡Ah! Y por nada del mundo lo abran hasta que yo llegue.

(Llega Toño, novio de Rosaura)

TOÑO: ¡Rosaura! Ni se te ocurra tocar ese paquete

SHIRLEY: ¿Y este quién es?

TOÑO: Soy el novio de Rosaura y no quiero que la sigan lastimando. Los dos nos regresamos al pueblo.

 

7

 

 

(Regresan todos a escena y se preguntan entre sí..…¿Qué haces aquí? Y cada uno responde lo que puede…

Toño y Rosaura se besan y se van alejando…

TOÑO: (Se detiene, vuelve unos pasos y señala a Shirley) No estaría de más que revisaran el paquete que tiene esa señorita….

(Shirley echa a correr, tropieza y cae, el paquete se rompe y varias joyas se esparcen por el piso….=

LUISA: ¡Mis joyas!

FIN

 

 


lunes, 25 de noviembre de 2024

Taurineando ando - Cuentos anómalos - Fernando Arias Alvarez

 



Taurineando ando

(al maletilla del Samper Mendoza)

“Fueron las monjas las madres del niño aquel que sin padres quedó; con ellas en el convento, su infancia feliz pasó…..”

Su infancia, su juventud también y de no haber sido por aquel feroz toro tigrero, posiblemente también su madurez y su senilidad.

Esta historia se contaría de forma diferente y todo iría “a pedir de boca” de no ser porque desde que el chaval tuvo uso de razón empezó a espiar a sus semejantes en la intimidad del claustro. 

También desde que el chaval tuvo uso de razón, empezó a preferir entre las espirituales filas a Sor María, una joven aragonesa, alta, de una belleza incuestionable, una luminosa inteligencia y una bondad enternecedora. 

Sor María desarrolló un afecto especial por nuestro valiente jovencito. Frecuentemente se los veía pasear juntos por los amplios jardines del religioso recinto. 

Alguna vez sor Mercedes, una monja asturiana, lengüilarga,  los sorprendió unidos en un inocente beso. Imagínense el tremendo escándalo que se armó. Sor María fue castigada severamente y obligada a permanecer doce años en su celda orándole al señor para expiar su culpa. 

Pasaron unos años y nuestro adolescente comenzó a mostrar un desbordante interés por las fiestas taurinas. Ensayaba en el jardín ante la mirada complaciente de las monjas. 

Cierto día una novicia andaluza, quien había adquirido gran simpatía por el jayán se permitió ayudarle en la dura  brega. Armada de unos cuernos, avanzaba en dirección al trapo rojo que el mozuelo esgrimía con mucho garbo. Desde entonces, la novicia y el muchacho se hicieron inseparables. La madre superiora vio esta relación con malos ojos así que expulsó de la orden religiosa a la inquieta novicia. Entonces, el pilluelo puso sus dulces ojos  en los no menos dulces de Sor Cristina, una monja gallega de hermosa sonrisa, quien corrió suerte parecida a la de sus antecesoras. 

Después vinieron en su orden sor Teresa, sor Felipa; sor Angela, sor Floralba, sor Eugenia, sor Teresa del Chaco, sor Isabel, Sor María de los Ángeles y hasta la pura sor Andrea. 

La madre superiora, cansada de tomar tan severas decisiones, pero siempre comprensiva y cariñosa, pensó que si el muchacho tomaba la alternativa, posiblemente cesarían sus tesoneros instintos amorosos con sus monjas. Fue así como por intermedio de fray Augusto Perilla, un moje que había sido empresario taurino antes de entrar a la vida consagrada, consiguió una oportunidad para el muchacho, nada menos que en el ruedo de Las Ventas en la capital mundial del arte de Cúchares. 

Desde ese momento no hubo otra cosa en el convento que no fuera los preparativos para la gran tarde de Fermincito quien aparecía en el cartel como “El niño de Cocorná” en honor al municipio donde se cree que nació en un lejano país de suramérica,

Esa tarde llegó.

Una tarde hermosa, con sol radiante, la belleza española en todos los tendidos, muchas flores y en barrera, todas las monjas del convento. Vino el paseíllo, música, aplausos….. Suena el clarín. 

Primer toro para el debutante;  pases artísticos con el capote. Ovación general, tercio de varas, Aplausos, Tercio de Banderillas, Ovación y llega el momento del brindis. El matador coge su muleta. Pide permiso a la Presidencia y va a brindar a las monjas. 

Bueno, fue en ese instante  y no en otro, cuando el joven torero descubrió los ojos profundamente hermosos de sor Patricia, la monja gaditana que siempre rehuyó a sus avances. 

Fue como un relámpago. 

Nunca más pudo apartar su vista de esa preciosa mirada que irradiaba orgullo y coquetería. 

El toro lo embistió por la espalda, arrinconó a Fermincito contra las tablas y dio varias vueltas al ruedo exhibiendo su humano trofeo que no cesaba de mirar a sor Patricia. 

Se escucharon gritos, ayes, alaridos, toda una gama de lamentos, estupor general,  llanto. 

De los ojos de las monjas brotó un mar de lágrimas, tantas que el ruedo comenzó a inundarse rápidamente. Hubo pánico. Nadie pudo salir, excepto el agua que bañó la ciudad, cubrió todo el valle e hizo temblar a las montañas. Fueron millares y millares de muertos. Una gran catástrofe. 

¿Ven ustedes lo peligroso que es el amor que se  desborda?


Castas y solitarias - Fernando Arias Alvarez (Cuentos anómalos)

 


CASTAS Y SOLITARIAS

 

A la ventana, escondidas tras las cortinas que el tiempo pinto de gris, tímidamente sacan a orear sus amarguras. Registran cada movimiento en el vecindario con la minuciosidad del cronista medieval y la crueldad de la envidia.

 

De noche,  hasta el amanecer, asaltadas por el insomnio, hacen un balance del día y lo registran en un cuaderno de esos que antaño se usaban para llevar la contabilidad de una empresa. Luego se desnudan en silencio y se tocan y retocan en el más grotesco de los patetismos.

 

Al otro día, sin falta, madrugan a la iglesia católica y confiesan sus pecados, eso si, ante el confesor joven que le ayuda al párroco.

Luego, vuelven a estar listas para su singular manera de contar las horas.

 

Tías Lala y Carlota, se encargaron de mí cuando a mis padres se les dio la gana de morirse….

Entonces yo acababa de prestar el servicio militar y tenía casi veinte años,  Lo único que necesitaba de ellas más que su estabilidad económica era un sitio para vivir en la capital….

Claro no  fue fácil persuadirlas de “que sus aristocráticas maneras eran apoyo vital para mi carrera”. A regañadientes me aceptaron, eso sí, en una buhardilla retirada de sus aposentos.

No sabían, tampoco yo, que nuestra vida en común iba a convertirse en un auténtico infierno.

Ellas podían desatar en mí el más desenfrenado de los enojos y a veces la menor de sus quejas producía en mi tal desorden que en muchas ocasiones la policía tuvo que controlar mis expresiones agresivas  y yo, no sabía nada de su azarosa vida secreta. Hasta una tarde en la que extravié las llaves y tuve que pedir prestadas las de ellas. Entonces lo supe.

Tenían las dos sus rodillitas peladitas de tanto rezar en las parroquias, pero el resto del cuerpo lo tenían gozoso  de los placeres que les procuraba Onán.

 

Desde ese día, todas las tardes las sorprendía en su singular desorden......Ellas se daban cuenta de mi presencia y les complacía aún más la mirada atónita que se ponía en la ventana...Eso les daba más vigor en las embestidas de goma que encontraba refugio entre sus carnes y más fuerza a los gemidos de placer que intentaban atenuar con el “Viejo amor” en la voz de Ortiz Tirado que sonaba con todo el volumen en el viejo tocadiscos.

 

Yo no decía nada.

Me limitaba a responder lo que me tocaba del rosario posterior que todas las tardes a las seis se rezaba en la casa. Era eso o no cenar, era eso u olvidarme de recibir al otro día la generosa cuota diaria para cumplir mis obligaciones académicas.

Esa era mi vida por aquellos años y la puerta de entrada en la gran ciudad a la que ahora vuelvo para rescatar en pesos lo que perdí en años.

No me considero un ave de rapiña, de esos deudos que sueñan con la muerte de sus seres queridos para caer con cizaña contra lo que queda de sus bienes y fingen lágrimas y dolor en los funerales. El derecho a heredar es mío y la muerte de las dos cotorras en un acontecimiento beneficioso para mí y para toda la humanidad. Librarse de ese par de arpías, malas, chismosas, tacañas, deshonestas es bueno para la comunidad….

 

El final se presentó cuando invité a una chica de la universidad a estudiar en mi buhardilla.

Las dos arpías no sintieron mis ojos en la ventana y Lala salió a husmear por la buhardilla. No pude evitar que me sorprendiera con Claudia en situación de compromiso. El enojo fue brutal.

Escándalo como el que ellas me hicieron no se había presentado jamás en el barrio hasta el punto de llamar a la policía para que me expulsara inmediatamente de la buhardilla sin concederme el más mínimo tiempo para recoger mis cosas. Fue inútil cualquier intento de defenderme. La policía había intervenido anteriormente por lo que tenía antecedentes.

Todas las maldiciones fueron  para mí y no tarde en enterarme  que habían llamado al párroco para que exorcizara el lugar no sin antes haber lavado la buhardilla con agua bendita.

 

Pero nuestra relación no terminó ahí. Ellas cegadas por la ira hacían todo lo, posible para encochinarme  porque querían verme en la cárcel.

No se cómo, pero lograron hablar con el decano de la facultad y me acusaron de todos los delitos que uno se pueda imaginar. Me pintaron como el más vil y despreciable de los habitantes del paplaneta tierra. Me cogieron con los pantalones abajo como se dice coloquialmente y la verdad es que yo jamás sospeché de su maldad.

Era imposible imaginar  lo que eran capaces de hacer esas santas señoras a las que el párroco había prometido un par de hornacinas en el templo para fijar sus estatuas de santas. Es verdad. No es una exageración de mi parte motivada por el deseo de venganza.

Lala y Carlota abandonaron su “puesto de vigilancia” en la ventana para ir casa por casa corriendo el rumor de que se me buscaba por cielo y tierra por intentar violar a una compañera de estudios en la casa y como ellas habían intervenido a favor de la muchacha, yo había intentado violarlas a ellas.

Eso les justificaba la presencia de la policía en la casa.

Debido a tan grave denuncia, pesaba sobre mí una orden de captura y por esa razón tuve que abandonar la carrera universitaria y alejarme de la ciudad.

No me atreví a entregarme esperando que se aclararan las cosas pues conocía el poder venal que  ellas habían heredado en la aristocracia venida a menos que había tenido que quedarse en la capital.

Era David  contra Goliath, pero sin la honda.

 

La historia dio un giro inesperado años después cuando la policía me encontró en Santa Marta. Para mi sorpresa, no me arrestaron y por el contrario me notificaron que yo era el único heredero de la fortuna de las Hermanas Eulalia y Carlota Charry Azuero quienes habían fallecido en un trágico incendio de su vivienda.

Pero las sorpresas no pararon ahí.

Años después, al demoler la edificación encontraron restos  humanos que al ser investigados eran los restos de mi  padres….

A ellos no se le dio la gana de morirse….a ellos los asesinaron para apoderarse de la propiedad que estaba a nombre de mi padre..,,,y las asesinas fueron nada más ni nada menos que sus hermanas, las Tías Lala y Carlota, esa dos pías e inofensivas feligresas de la Parroquia de San Diego quienes con la complicidad de un reconocido proxeneta del centro de Bogotá necesitaban apropiarse de la casa para montar un próspero negocio de prostitución.

Se presume que pusieron en estado de inconciencia a mis padres y luego con la ayuda del delincuente los tapiaron como en el cuento de Poe. Me aterra pensar que los enterraron vivos.

Poco a poco se fueron revelando detalles de la escabrosa doble vida de mis tías a través de los relatos de los vecinos del sector que conocieron de primera mano las bondades y perjuicios del negocio montado con mucha discreción pero que no dejaba nada a la imaginación más degenerada,.

Donathien Alphonse debe sentirse orgulloso  de sus hijas…..

Paz en su tumba.