jueves, 19 de marzo de 2015

La luna (Poema de Jaime Sabines)


 

LA LUNA
 
      La luna se puede tomar a cucharadas
      o como una cápsula cada dos horas.
      Es buena como hipnótico y sedante
      y también alivia
      a los que se han intoxicado de filosofía.
      Un pedazo de luna en el bolsillo
      es mejor amuleto que la pata de conejo:
      sirve para encontrar a quien se ama,
      para ser rico sin que lo sepa nadie
      y para alejar a los médicos y las clínicas.
      Se puede dar de postre a los niños
      cuando no se han dormido,
      y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
      ayudan a bien morir.
      Pon una hoja tierna de la luna
      debajo de tu almohada
      y mirarás lo que quieras ver.
      Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
      para cuando te ahogues,
      y dale la llave de la luna
      a los presos y a los desencantados.
      Para los condenados a muerte
      y para los condenados a vida
      no hay mejor estimulante que la luna
      en dosis precisas y controladas.
 
 
 

 

  

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario