HIJOS DE LA TIERRA
No tenían
nada, ni nada
Tenían que
hacerlo todo.
Sembrar y
hacer brotar la frase amable
la de
cariño, la arrullante;
tenían que
regar con esmero
la mirada
de indulgencia
y la mirada
del amor…
Construyeron
palacios de cartón
con techos
en lata
pintados de
azul y amarillo.
Del caos
ruidoso de la gran ciudad
hicieron la
más bella melodía
y crecieron
a su compás.
El
desastroso color de su piel
fue el más
fino maquillaje,
Su olor,
fue perfume;
sus pedos,
bombardinos
sus carros,
fórmula uno
sus
sonrisas anuncios
su miseria,
estandarte…
Pero
su muerte
…siguió
siendo olvido.
Fermín
Hood - 2004
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