jueves, 3 de julio de 2025

"Cartas de amor" Texto de Fernando Arias Alvarez

 


CARTAS DE AMOR

 

¿Por qué las alegrías y penas del amor están profundamente ligadas al corazón?

 

Ha de ser porque muchos poetas o letristas de canciones han encontrado infinidad  de palabras que riman con la palabra corazón.

 

Lo cierto es  que ínclitos sabios orientales, a los que no les queda grande el calificativo de sabio, aseveran que la frecuencia de la emoción del amor se equipara exactamente a los movimientos rítmicos del corazón.

Será por eso que en esas landas  el amor se relaciona directamente con este órgano.

 

Desde sus albores, la civilización occidental en su totalidad, también ha relacionado el corazón con el amor.

Es de esperar que el corazón se acelere cuando estás cerca del ser amado, pero puedes agradecerle nuevamente a la hormona noradrenalina si tienes problemas para dormir o pérdida de apetito.

 

Gracias a la observación y a experiencias cercanas a mi entorno más cercano hoy me atrevo a afirmar que:

“Un corazón cansado de buscar razones para prolongar sus latidos termina por doblegarse y volverse la materia prima de los cardiólogos adinerados”

 

Un médico surafricano, cuando apenas era estudiante de secundaria escribió en su cuaderno de notas lo siguiente intentando un silogismo:

 

La vida se vive con el corazón, se disfruta con el corazón.

Luego, corazón es vida (Sin vida no hay corazón)

Debemos cuidar el corazón. Somos corazón.

 

                   De corazón Christian Barnard

 

En diciembre de 1967 ese mismo Christian se convirtió en el pionero de los trasplantes de corazón llenando de esperanza a millares de pacientes con insuficiencia cardiaca.

 

Pero de  los otros pacientes, de los damnificados del amor….¿quién se ocupa?

 

Esa es la razón de lo que viene a continuación:

Los avances tecnológicos aún no han desbordado por completo mis viejas costumbres. Durante mucho tiempo intenté mantenerme al margen de los celulares, los e-mails, los trinos, las redes sociales, pero ha sido una lucha perdida.

 

A pesar de esta desconcertante realidad, todavía recibo muchas cartas todos los días y la monótona costumbre de muchos años  ha hecho mella en mi capacidad de asombro.

Hace ya varios años y gracias a la recomendación de una amiga a la que pretendía, para deshacerse de mis requiebros me recomendó a su padre, el editor de una famosa revista para adolescentes, para que me encargara de la sección “Cartas de amor”

Ahora la revista se sigue vendiendo en formato digital y mi sección se resiste a desaparecer.

Ha de ser porque la cursilería como las cucarachas, sobreviven a la hecatombe.

 

De los millares de palabras que a diario ocupan mi mesa de trabajo (o la pantalla de mi computadora) de vez en cuando aparece una frase, una palabra, una idea que  llaman mi atención.

 

Por petición de mis alumnos de dramaturgia y por meras ganas de pasar el tiempo, pero eso sí, con respeto y protegiendo la identidad de mis corresponsales, voy a  compartir algunos casos.

 

1

 

Una chica…..me escribe, creyéndome un portento de la sintaxis y de la hermenéutica preguntando cómo puede interpretar los siguientes textos escritos por su enamorado en un alardoso lapsus de misterio.

El hombre, un hombre mayor y casado dos veces le escribe en una servilleta de cafetería al lado de un número telefónico y el nombre Aurelio:

 

“Tus ojos vuelan hacia el otoño de mi corazón”

 

Con el rigor propio de los que  disponen de gran cantidad de tiempo libre y tienen una reputación que cuidar, me apresto a contestar la pregunta.

No debo dejar espacio a las ligerezas y sin temor a caer en cursilerías es preciso aventurar definiciones:

 

Sabemos, tenemos por cierto que:  El otoño de mi corazón  podía ser el título de una cursi  telenovela mexicana, pero en el contexto inmediato es hacia donde sus ojos vuelan.

Lo primero que se queda claro es que el otoño hace referencia a su edad: un hombre mayor.

Para  corroborarlo juguemos con el significado de las otras estaciones.

La primavera de mi corazón sería la adolescencia

El verano de mi corazón  sería la etapa del amor objetivado

El invierno de mi corazón sería la senectud.

La figura literaria posibilita una innumerable cantidad de verbos cambiantes.

¿Será por el carácter oscilante de los sentimientos?

¿Será por efecto de las estaciones?

¿Será por el consumo abusivo de estupefacientes y alcohol?

La chica al parecer quedó satisfecha con la respuesta pues un mes después me envió una nota participándome de su matrimonio y dos meses luego, me participó de su viudez.

 

2

 

Jerónimo U. desde un pueblito costero cordobés me escribe preguntando que habrá querido expresar su pareja cuando le hace llegar un paquete de preservativos y la frase:

 

¡Oh, tengo el corazón en mil pedazos!

 

Mi querido Jerónimo: Por alguna respetable razón has omitido la identidad sexual de tu pareja, lo cual no importaría de no ser por el detalle de los preservativos.

Lo malo de la situación es que de todos es sabido es que lo malo de alguien con el corazón roto es que empieza a repartir sus pedazos.-.

Ese detalle explicaría de algún modo el envió de los preservativos.

Ten  la seguridad de que ya no eres el único.

 

3

 

Un corresponsal anónimo aficionado a la escritura me envía la siguiente frase con el propósito de poner a prueba mi capacidad interpretativa:

“El sol resplandece en lo alto de mi existir”

Definitivamente creo que no sería la mejor primera línea de una novela. Definitivamente no.

Más bien parece el ejercicio de redacción de un joven literato aficionado a la masturbación o el de un prisionero que envía un mensaje secreto a sus compinches que están por fuera de la cárcel.

 

4

 

Un joven aficionado a escribir canciones vallenatas me pregunta si la expresión:

“…que fugitivos vagan cerca del sol”

podía corresponder a una composición lograda del género épico y de corte realista.

 

Es un hermoso intento de verso, si y solo si se trata de Icaro o de su padre.

De lo contrario….volatilidad, futilidad.

Aunque no creo que sea importante estos conceptos dado el lirismo dominante en ciertos temas vallenatos. Y mucho menos si son cantados en tarima.

 

5

 

Para no hacer más largo este texto…una joven que acaba de cumplir dieciocho años  me escribe desde la ciudad de Palmira en el Valle del Cauca.

“Doctor, me encuentro bastante angustiada porque en el colegio tenía fama de mojigata, pacata, beata y otros calificativos denigrantes. Ahora, próxima a iniciar mis estudios universitarios en el horóscopo me salió lo siguiente:

Geminis: temporada propicia para iniciar relaciones serias. Atentos a las señales. Sal de dudas.

Voy a confesarle que desde hace dos años vengo siguiendo sus “Cartas de amor” y ha sido inevitable que me enamore de usted. Siempre me han parecido muy atinadas y divertidas sus recomendaciones a los corresponsales. Para no hacer más largo este mensaje y como usted es muy acertado con los horóscopos quisiera saber si está en disposición de iniciar una relación seria conmigo en virtud de lo propicia que es esta temporada.

Quedo en espera de su respuesta.

Se entiende la razón por la que me veo obligado a cancelar definitivamente la columna.

 

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