El zapato anarquista
La cojita Marlén, ejemplar monópedo del jet set
criollo habíase destacado por su vida
disipada y su carácter casquivano. Rodeada siempre de boato, luciendo
escandalosos trajes propios de realezas reales y haciendo ostentación de sus
largos y paradisiacos viajes se convirtió en la comidilla del día, en el plato
preferido de los medios de comunicación...en “il bocato di cardinale” para
odios y envidias.
Su nombre no podía
ser omitido en ninguna reunión.
Para cualquier ocasión, aunque fuera intrascendente, Marlén
cambiaba totalmente de aspecto, pero tenía un secreto...nunca cambiaba su
zapato del pie derecho...
En verdad era un
hermoso zapato, diseñado exclusivamente para ella por el mismo diseñador de las
grandes estrellas del espectáculo mundial (Margot Fonteyn le retiró el saludo
cuando supo que diseñaba para otra y eso a él no le molesto. Canceló sus
contribuciones a la Royal Ballet)
Se encontraba en
New York cuando recibió la nefasta noticia de la muerte de su progenitor a
manos del temible dictador quien de esta forma se apoderaba de las riendas de
su país.. Pese a lo horrible de las circunstancias (Dicen que su padre fue
empalado y exhibido por varios lugares) Marlén no perdió su característica
serenidad. Con mucha calma hizo maletas y tan pronto como pudo viajo a su país
al que amaba mucho y necesitaba más....aún más que a su pierna
Tan pronto llegó se
dirigió a la casa paterna – lo que quedaba de ella- y lloró desconsoladamente
ante los escombros y lloró más cuando supo que su padre había sido sepultado en
una fosa común al lado de los indigentes que pululan sobre la empobrecida
capital de la gran República.
Vestida de negro y
apoyada en una vistosa muleta diseñada para ella por un científico de la Nasa
cuya perversión consistía en enamorar a
personas con limitaciones físicas y luciendo como nunca su hermoso zapato......deambuló
por todas las calles de su querida ciudad.
Su penoso andar se
detuvo en la Plaza Principal. Allí se congregaba – como en los viejos Consejos
Comunales- gran cantidad de seguidores para escuchar las atenoradas palabras y
el acento coloquial pero ensordecedor del Gran Dictador.
Marlén se abrió
paso entre la multitud, cayendo en dos oportunidades hasta quedar muy cerca del
asesino de su amado padre.
Cuando no pudo
acercarse más, se inclinó y se despojó del hermoso zapato de su pie derecho. Lo
hizo con su mano izquierda y lo lanzó violentamente sobre la cabeza descubierta
del villano, quien al recibir el impacto cayó de espaldas de la tarima,
fracturándose el cráneo y muriendo instantes después coronado por un charco de
sangre.
Marlen fue aclamada
por los opositores del dictador y se convirtió en dirigente del Partido hasta
cuando le sobrevino la muerte a la envidiable edad de cuarenta años.
Su hermoso zapato
del pie derecho se conserva en una inexpugnable urna de Cristal en el Museo
Nacional de su país, dónde es visitado y fotografiado por millones de turistas
que acuden anualmente.
Fermín Hood - (Cuentos anómalos)
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