NUEVA CONFESION
Fui, joven…altivo….
la piel se me doraba
con el sol
y el alma sonreía
bajo la lluvia.
Atleta de mil
batallas
acometedor de rosas y
de besos
con mi sonrisa hice
una espada
y mis brazos
arrullaron buenos sueños.
Fui aprendiz de
payaso y de poeta,
del payaso heredé la
máscara
y del poeta me
quedaron algunas palabras.
Hubo espléndidos
eneros
y algunas primaveras,
un poco de indolencia
y mucho de
impaciencia.
Conocí puñales y
conocí fusiles..
alguna vez conocí
barrotes y
supe que había nacido
con alas de pájaro,
de águila…….
con piel de
serpiente.
Supe que era mejor
tener los amores
y hacer los amores
que buscar refugio en
las ideas
porque las ideas
tienen dueño
y a veces cobran
arriendo.
Fui libre y fui
liebre.
Reí, nadé corrí
desnudo por el campo
cogí la noche a manos
llenas
y la puse a danzar en
mi alcoba
y la hice noche
eterna…
Sola noche
Hermosa noche
Noche, noche,
Mía
Mis ojos fueron buenos y abiertos
al descubrimiento
de muros,
oscilaciones
titubeos, sombras
y colores……
Fermín Hood –
“Cuaderno del hombrecito”
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