lunes, 16 de noviembre de 2020

 


CRISTOBAL MAGALLANES

Era un viajero, un viajero indeclinable. Con una particularidad: Jamás salía de su casa.

Con barquitos de papel, simulaba travesías.

Hacía posibles los mares, con marineros y piratas. Construía tempestades y zozobras y en varias ocasiones el desborde de una lágrima, precipitó una catástrofe.

Era como un dios, tenía su propio universo….pero Cristobal Magallanes, el dios, nunca imaginó que su pieza más preciada, un Titanic de cartón,… pintadito con esmalte, iba a encallar y sucumbir sobre un charco de su propia sangre.

Santa Marta, enero de 2008

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