ESCLAVA
Todas las tardes
esperándolo en el portón para obtener un beso mecánico de buenas tardes,
recibirle el maletín y preguntarle con desesperanzado afecto......¿Cómo te fue?
Correr por el
oscuro zaguán detrás de él sin recibir respuesta ni una vez; correr tras él
recogiendo saco y corbata, después la camisa que debe estar impecable para
pasado mañana
- “Rápido, lava esa ropa...Yo veré...ese cuello”
Y así todas las
tardes.
Y no saber de hoy
ni de ayeres,
y no saber de
porvenires
y no saber de
nada.......
Nunca supo qué
contenía el maletín, no le importaba y arriesgarse a averiguarlo significaría
perderlo del todo. Tenía prohibido husmear en sus cosas, tenía prohibido
todo....prohibido preguntar.....solo se limitaba a recibir el maletín cargarlo
y ponerlo bajo un escritorio inservible; luego correr a él, recibirle los
calcetines y la ropa interior, alcanzarle las pantuflas y la toalla y
prepararle un café bien cargado con galletitas de soda y llevárselos al sofá,
sin haberle puesto azúcar.....y esperar de pie para recoger la taza – siempre
la misma, la que le regaló su mamá- la que por desventura era pieza
única.....luego, encenderle la televisión...y no hacer ruido durante la
preparación de la cena (baja en harinas siempre), siempre con abundante agua
mineral y siempre crema de espárragos (maldita vieja caprichosa)...y otra vez
esperar de pie a que termine y luego si sentarse ella a comer, sin hacer ruido,
lavar la vajilla de ambos, dejar impecable la cocina y prepararse para el
ritual de todas las noches: Besarle las tetillas, sobarle el miembro con
extrema suavidad hasta que él se duerma...lavarse manos y boca y tenderse
desnuda a su lado, sin moverse......y esperar una vez....cada mes o dos a que
él se le eche encima, le abra las piernas y le diga un par de minutos después
- “Ve a lavarte”
¡Oh, preciosa mujer, ese es el precio que debes pagar por tener en tu cama a uno más hermoso que tú!
Bógotá, Enero 2009
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