JOHN WRECK
MATTON
De no conocerlo les
aseguro que no se estaría perdiendo nada….pero John, al igual que a los ídolos del rock, tiene su
club de fanáticos que se mueren por conocerlo, por tocarlo, por coincidir en el
mismo recinto y hasta en el mismo universo.
Pues muy bien…..tengo el
gusto de presentar a John Wreck Matton,
más conocido como “The Killer”.
Algunos, muchos, saben de
John por sus desastrosas gestiones, primero como presidente del sindicato de la
Golden International y luego como gobernador de la Isla Money (Money
Island) Los pocos afortunados que
conocen la isla saben muy bien que su nombre (el de la isla) le encaja como
anillo al dedo. Igual ocurre con el mote de John.
(Los dictadores de la Republicas
bananeras inspiraron a egregios novelistas latinoamericanos portentosas obras
en las que el ejercicio, el abuso y la soledad del poder son narrados de forma
brillante. No sabemos por qué John no pudo inspira nada. Casi nada)
De John podemos aseverar
que es un enemigo mortal de la poesía, de todo lo que huela a poeta y de todos
los demás vagabundos que producen cosas diferentes al dinero. Por extensión
cabe anotar que odia cualquier rasgo de bondad que indique santidad y quiere la
muerte de todo aquel que sueña y se enamora.
En nuestro medio es
conocido – sobre todo en las páginas rojas de los diarios- por su exacerbada
persecución de unas pobres monjitas de origen francés a las que condenó, por
prudencia, como brujas recalcitrantes y a dos misioneros australianos a los que
llamó profetas del Averno solo porque se atrevieron a pedirle una donación para
los niños abandonados.
Cualquiera diría que a
John Wreck se le subió el poder a la cabeza, que es un orate, un deschavetado que
atropella a quien se le atraviesa por el camino y tiene razón: John Wreck
Matton hace lo que se le da la gana.
Hablemos de su estampa.
Lo primero que llama la
atención es su cabello que cada día se enrojece más. Expertos en antropología,
genetistas y estilistas coinciden en que el fenómeno de enrojecimiento capilar
es ocasionado por la fusión del humo de su tabaco con el oro de sus dientes.
Sus brazos y sus manos no
son normales. Son extremadamente cortos y los dedos de sus manos bastante
regordetes lo que hace que no pueda lucir sus costosísimos anillos y alhajas,
pues, sobre todo cuando hace sol, su cuerpo se hincha y la presión de los
anillos le produce moretones difíciles de ocultar.
Claro, John es muy
previsivo y para evitar el robo de su tesoro, lo guarda en una bóveda de
seguridad del WIB (Wreck Islan Bank) del cual él es el fundador, el dueño, el
único accionista, el único cliente y el único que tiene las claves secretas y
el juego de llaves.
Aficionado a la
cinegética y a la pesca, jamás cierra sus ojos avizores, porque perder una
presa de vista significa de todas formas perder y él es un ganador.
Existen serios indicios
de que John Wreck Matton fue antes un nefasto dirigente de la izquierda
latinoamericana que a cambio de la delación de sus camaradas obtuvo un cambio
de identidad, de residencia, de todo. Una vida nueva.
Eso puede ser verdad…pero
lo que ahora cuenta es que a John Wreck Matton lo tengo en la mira….y no
escapará.
Bogotá, junio de
2007
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