SALVADOS
Fue una batalla
heroica.
Fue una derrota
memorable.
Los escasos
sobrevivientes de la compañía permanecimos escondidos bajo los escombros que
ocasionó el feroz bombardeo.
Pasaron
helicópteros y aviones nuestros, y con esperanza, nos alegrábamos al levantar
las manos embanderadas de blanco y de gemir las ya incomprensibles estulticias
de patria.
Todo era inútil.
Al atardecer del
décimo día, llegaron los refuerzos.
Nos traían auxilios
y felicitaciones.
Se llevaron las
medallas y nuestros cuerpos en tránsito de infierno.
(De "Soldados" por Fermín Martino)
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