Doble moral
PERSONAJES:
PADRE
ROSENDO, especialista en Derechos
Humanos, psicólogo y confesor. Eminencia de las eminencias….Experto conferencista
en políticas oficiales sobre maltrato y abuso de menores
EULALIA,
su concubina
JAMES,
hijo de la pareja….cumple diez añitos
(Casa cural. Rosendo se prepara para salir, Eulalia
trapea el piso)
ROSENDO: ¡Maldita seas!…¿Ya te he dicho que estas
camisas deben estar almidonadas?
¿Es que es bruta y no entiende las órdenes que se le
dan? Tengo que dar una charla en la Universidad y mi ropa no está lista…¿Qué te
has creído bruja, inepta?
EULALIA: ¡No me trates así!….Soy tu mujer…
ROSENDO: ¡Cuidadito! ¡Cuidadito con alzarme la voz! Tú
no eres nada…¿me oyes? Soy un sacerdote y hasta dónde se…tu eres la criada de
esta casa. No te tomes atribuciones que no te corresponden
EULALIA: No me hables así y menos delante de nuestro
hijo
ROSENDO: ¿Cuál hijo? Sabe muy bien que nadie debe
enterarse de eso…Ese mocoso es tuyo y de nadie más. Usted es una empleada aquí
y nada más. Y apúrele con esa camisa. No tengo todo el día. Primero la de la
Eucaristía y luego bien planchadita la blanca que me voy a poner en la Conferencia.
¿Está claro?
EULALIA: ¡Está claro! Voy a terminar de trapear
ROSENDO: ¡Suspende la trapeada y concéntrate en la plancha.
La blanca con pinticas es para la conferencia
EULALIA: ¿Puedo preguntarte algo?
ROSENDO: ¿Desde cuándo tiene autorización para tutearme? Igualada, poca
cosa…
EULALIA: Puedo ir a la Conferencia. Me gusta como
hablas y tengo entendido que es sobre el maltrato intrafamiliar y el abuso
infantil
ROSENDO: ¿Está loca? Ese no es sitio para una….para
una criada como usted. Allá va gente importante, inteligente, estudiada.
EULALIA: ¿Por qué me humillas….me humillas de esa
forma?
ROSENDO: No me haga hablar. Pásame el pantalón
JAMES: Papi…no le hables así a mi mamita….
ROSENDO: ¡Tremendo cagón! Cuántas veces les he dicho
que no me llamen papi…Yo hablo como me da la gana ¿entendido? Yo no soy su papá….!Váyase para su hueco!
(Niño apenas obedece, no puede evitar el llanto) Lo
que me faltaba…una nena….(Lo toma por el cuello) ¡Cuidadito! Cuidadito se me va
a mariposear.
EULALIA: No le diga esas cosas al niño…
ROSENDO: Usted no es nadie para que me diga lo que
debo o no debo decir. ¿Está claro?
Me voy…y espero que al regresar se le haya quitado esa
cara de bruja y que no deje la cena salada o desabrida. Todo el oficio de la
casa cural debe estar listo para mañana por si recibimos la visita del señor
obispo y cuidadito con ir a ventilar cosas que tiene prohibidas….¿Claro?
EULALIA: ¡Sí!
ROSENDO: ¿Sí qué?
EULALIA: ¡Si mi amor!
ROSENDO: ¡Bruta! ¡Insensata! ¿Cuántas veces tengo que
repetirle que no me diga amor? !Yo no soy su amor…..
EULALIA: ¡Qué Dios lo lleve con bien! (a James)
Despídete de tu papi….digo, del señor cura
JAMES: ¡Chau, papí!
2
(Rosendo termina una conferencia sobre el maltrato intra
familiar y el abuso infantil ante un grupo de expertos de los países de la OEA)
ROSENDO: Gracias por sus aplausos, reconforta saber
que todos los aquí presentes luchamos para proporcionar a nuestras familias
latinoamericanas y cristianas y sobre todo a nuestros niños un futuro más
prometedor, sin violencia, sin maltrato…..Y para colofonar esta breve
conferencia solicitada por las autoridades civiles y religiosas de nuestros países
alarmadas por el incremento de los índices de violencia en las familias y la
impunidad en los delitos que se comenten contra nuestros niños he de ser
categórico y solicitar a todos y cada uno de los aquí presentes que nos unamos en una campaña de cero
tolerancia hacía estas expresiones que usa el demonio para desestabilizar
nuestro espíritu.
Es muy conocido el pasaje bíblico en el cuál nuestro
Redentor amonesta a sus discípulos y exclama: “Dejad que los niños vengan a mí”.
En el queda claro la preferencia de nuestro salvador por la suerte de los niños
y no es para nada comprensible que hoy, en pleno siglo XXI, haya todavía
padres, madres, tíos que maltratan sin razón a los más pequeños,
Tenemos hoy, hay que reconocerlo una terrible crisis
en la familia….y somos nosotros, desde nuestros corazones, pasando por la
coherencia de los discursos….somos nosotros los encargados de cambiar ese
flagelo que está azotando gravemente el futuro de la humanidad
Muchas gracias. (Una gran ovación hace emocionar a
Rosendo quien no puede impedir que una lágrima se desborde por su mejilla)
EPILOGO
(En casa cural)
EULALIA: ¿Por qué se ha demorado tanto?
ROSENDO: (Visiblemente borracho) Yo no tengo porque
rendirle cuentas a usted
EULALIA: Vienes tomado
ROSENDO: ¿Y a usted qué le importa?
EULALIA: ¡Pues mucho! Ahí adentro lo está esperando el
señor obispo.
FIN
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