sábado, 9 de julio de 2022

Doctora mamá en "Piezas cortas para entrenar actores" de Fermín Hood

 


DOCTORA  MAMA

 

Personajes:

 

ENRIQUETA: Ama de casa, divorciada, treinta nueve años, once meses y veintiséis                                días. Aún conserva rastros de su hermosa hermosura. Tuerce la boca al hablar

TERESA:         Hija de Enriqueta. Una hermosa joven, saludable, tolerante, no usa anteojos

MABEL:           Hermana menor de Enriqueta. Tiene un lunar en la pantorrilla izquierda

 

 

ESCENA UNICA

 

(Son las 9:35 a.m. Sala – comedor de un pequeño apartamento estrato cuatro en una populosa ciudad latinoamericana. Hay de todo, menos espacio. Enriqueta va y viene hasta que se detiene frente a su hija)

 

ENRIQUETA:   ¿Qué te pasa, hijita?

TERESA:            Nada mamá. No te preocupes

ENRIQUETA: (Alarmada) ¿Cómo no voy a preocuparme? ¿Cómo no voy a    preocuparme, mi tesoro? Te ves muy mal.                                                            

TERESA:        (Disgustada) Estoy bien…y ya sabes que no me gusta que me llames “mi tesoro”

ENRIQUETA:   Esta bien tesoro, pero no me mientas….estás muy pálida. Eso debe ser la úlcera. El médico te aconsejó que suspendieras el consumo de café y no le haces caso. ¡El café! Deberías saber que cuando se excede en el consumo de café, el organismo corre el peligro de…

TERESA:       (Exasperada) ¡Ya no sigas mamá! No estoy enferma y te pido, te suplico, te imploro que no juegues al médico conmigo.

ENRIQUETA:   (Atónita) Jamás te habías comportado así.

TERESA:           ¿Así? ¿Cómo?

ENRIQUETA: Así…..tan….brusca, tan … Estoy segura de algo…Un malestar de etiología silenciosa te obliga a portarte así y sin ir más lejos…es el estómago. Recuerdo que cuando era joven, sufría de unos intensos dolores de estómago. Que me hacían poner muy agresiva. Tanto como tú ahora…..Tesoro, conozco el remedio….te vas a tomar una tisana bien caliente con….

TERESA:       (Furiosa) ¡Ya no más, mamá! (Enriqueta, estupefacta) Mamá….te repito que estoy bien, no me duele nada, no me duele el estómago, no me duele la cabeza, no me duelen las muelas…..nada me duele

ENRIQUETA:   Entonces ¿qué te pasa?

TERESA:           Nada

ENRIQUETA: Entonces debes andar muy mal. A veces las enfermedades más terribles no se manifiestan en la forma del dolor en sus etapas iniciales.

TERESA:          ¿Qué quieres decir?

ENRIQUETA: Digo que….no hay síntomas externos de la enfermedad, pero está, callada, silenciosa, está lista para atacar. Pero un buen médico y en el momento oportuno…

TERESA:           No necesito un médico. Contigo tengo y me sobra

ENRIQUETA: Gracias, hija mía…..Pero yo lo único que puedo hacer por ti es aproximarme a un diagnóstico certero; para la fase terapéutica es necesario contar con la asesoría y la experiencia de un especialista

TERESA:      Mamita…..  eres muy buena conmigo y aprecio mucho tus cuidados, pero te repito una vez más que no estoy enferma y que no necesito de ningún médico, mucho menos un especialista

ENRIQUETA:   ¡Un momento! ¿Qué fue lo que hiciste?

TERESA:           ¿Hacer qué?

ENRIQUETA:    Hiciste un movimiento compulsivo con la cabeza. Déjame verte

TERESA:           Apenas si moví la cabeza

ENRIQUETA: Reconozco un movimiento compulsivo…..no discutas….saca la lengua…

TERESA:           No seas ridícula

ENRIQUETA:   No protestes (enérgica) Saca la lengua

TERESA:           Pero mamá

ENRIQUETA:   ¡Sácala!

TERESA:           Esta bien (exhibe su lengua)

ENRIQUETA:   Está mal. Esto está mal, muy mal

TERESA:          ¿Mal?

ENRIQUETA: Presentas un enrojecimiento crónico en la lengua. Eso, es un irritable indicio de que estás padeciendo una enfermedad que puede ser muy grave

TERESA:         Si tengo la lengua rojiza es porque acabo de comer un caramelo de fresa

ENRIQUETA: ¿Un caramelo de fresa? Sabes muy bien que no puedes comer caramelos. Eso aumenta el caudal de azúcar en la sangre y no sólo eso: también produce como daño colateral, problemas en la dentadura…Vamos, abre la boca otra vez….veamos…..una….dos…. cinco….siete piezas dentales en proceso de descomposición

TERESA:          ¿Siete?

ENRIQUETA:  ¡Siete! Y si sumamos el problema gástrico por el consumo de dulces; a una inminente certeza de una diabetes y a su posible impacto en el aparato psíquico, no encontramos en una encrucijada somática de la cual únicamente, lo repito, únicamente, se puede salir con la ayuda de un profesional. Ya te decía yo que esa palidez, esa extraña y matutina palidez no era un ente aislado de la etiología facultativa….

TERESA:       Pero mamá, hace dos semanas visité al doctor Quintero y no me encontró ningún problema. Antes, por el contrario, me dijo que nunca antes había visto a alguien tan saludable.

ENRIQUETA: (Muy académica) Los médicos también se mueren, hija mía. (convencida) Además es bien sabido por todos los traumatólogos que las enfermedades más terribles sobreviene de manera intempestiva.

TERESA:     Yo me siento muy bien mamá, así que deja de preocuparte. Me siento mejor que nunca

ENRIQUETA: No te dejes engañar por las sensaciones de beneplácito. Detrás de ellas se esconde,  siempre, un organismo fallando

TERESA:      No sigas, mamá, creo que la tía Mabel ya se despertó y no me gustaría que te escuchara…No debemos arruinar el primer día de su visita

 

(Enriqueta, refunfuñando se aleja de su hija. Teresa hojea una revista. Al poco tiempo aparece en la sala Mabel,  viene despojándose de una toalla que cubría su cabeza)

 

MABEL:   (A Enriqueta) ¡Buenos días, hermanita. (a Teresa) ¡Buenos días, Teresa….Estás muy linda  hoy. Te ves de maravilla

TERESA:           Gracias tía.. En verdad que me siento muy bien

ENRIQUETA: (a Mabel) ¿Dormiste bien? Ah, esos viajes tan largos la dejan a una como para reposar toda una semana

MABEL:           Me vine por avión

ENRIQUETA: Peor aún. Esos viajes en avión la dejan a una más extenuada y estresada. Pero pregunté si habías dormido bien y no me contestaste

MABEL:            Si, dormí bien ¿por qué tanto interés?  

TERESA:      Mamá quiere saber si tuviste alguna pesadilla o si la almohada estaba muy alta y amaneciste con dolores en el cuello o si caíste de la cama y te torciste un tobillo…o…

ENRIQUETA:    ¡Teresa! Te está prohibido que utilices ese tono conmigo.

MABEL:            No les parece que es muy temprano para  andar peleando

ENRIQUETA: Yo no estoy peleando. Mabel, no me respondes bien del todo. Déjame verte bien ¿de verdad dormiste bien?  ¿te sientes bien?

MABEL:            ¿Por qué me miras así?

TERESA:            (entre dientes) Es la mirada del facultativo

ENRIQUETA: Te oí….tesoro, te oí perfectamente y debo decirte que me parece una falta de respeto y consideración con una persona que lo único que busca es el bienestar de los que ama. (a su hermana) Bueno, Mabel….voy a prepararte el desayuno…..unos huevos con….no huevos no porque contienen mucho colesterol y ya sabemos que el exceso de colesterol produce obstrucciones arteriales y

MABEL:            ¡Hermanita….!

ENRIQUETA: Chocolate tampoco por la misma razón y no quiero yo ser la causante de una embolia, un aneurisma…una trombosis…Oh,…...tamales menos porque….

 MABEL:            ¡Hermanita….!.    

ENRIQUETA:    Si, los tamales contienen abundancia de elementos grasos que….

MABEL:             (gritando) ¡ Enriqueta!

ENRIQUETA:   (asustada) ¿Qué?  ¿Por qué me hablas así? Me has gritado

MABEL:       Hermanita…..perdóname…..es  que yo no se como decírtelo, pero yo…yo no desayuno

ENRIQUETA:   ¿Cómo que no desayunas?

MEBEL:            No desayuno, no suelo hacerlo, yo nunca desayuno

ENRIQUETA: Eso está mal, pero muy mal. La inapetencia matutina trae consigo riegos y peligros para la salud en fases posteriores

TERESA:          No más, mama!

MABEL:           No más Enriqueta 

ENRIQUETA: Estoy segura de que no estás bien, ven, déjame tocarte la frente, tomarte la temperatura…Ves, estás ardiendo, estado febril absoluto

MABEL:       Si mi frente está caliente es porque tenía una toalla en la cabeza, me estaba secando el pelo.

ENRIQUETA: Estás loca! Estás loca! ¿Cómo se te ocurre secarte el pelo en ayunas y después de un largo viaje? Estás a punto de sufrir un colapso.

MABEL:         (A Teresa) ¿Qué hacemos?

TERESA:        Déjamelo a mí…..¡Mami, mamita linda, mamacita…!..      Muchas gracias por preocuparte por la salud de nosotras, pero a cambio de eso, deberías preocuparte un poquito por la tuya.

ENRIQUETA:  ¡Mi salud!, ¿qué pasa mi salud?

MABEL:           Por si no lo has notado, estás un poco…gordita

ENRIQUETA:  ¡Yo no estoy gorda!

TERESA:          Gorda, gorda, no…..pero si bastante rellenita

ENRIQUETA:  ¡Mienten! (pausa) No puedo creerlo…..mi hermana, la consentida, a la que le dedique muchos años de mi juventud…y mi hija, mi propia hija…se han aliado para humillarme, para hacerme sentir desgraciada, para burlarse de mí..

TERESA:          No te pongas tan dramática

MABEL:           Nuestra intención no era esa

ENRIQUETA: Se muy bien cuál era la intención…..pero está bien, búrlense, que un día, cuando estén postradas en una cama, van a echar de menos a su madre y hermana. No se preocupen

TERESA:         No digas eso..

ENRIQUETA: Y van a arrepentirse de haberse mofado de mí…y cuando nadie les alcance un vaso de agua, cuando nadie se preocupe por su temperatura, por sus resfriados, por sus cólicos…entonces sí…van a acordarse…de esta mujer..

MABEL:         ¿Qué hacemos?

TERESA:     Creo que lo mejor es que nos vayamos y regresemos cuando se le haya pasado la ventolera

MABEL:            ¡Si!... Vamos

ENRIIQUETA: Claro, se van, huyen….después de haberme ofendido…se largan, me abandonan. Que les vaya bonito……ya se que no les importo, ya se que no merezco su atención….Váyanse…. lárguense……..pero antes….., pero antes quiero que me respondan una pregunta

MABEL:          ¿Cuál?

TERESA:         ¿Cuál?

ENRIQUETA: ¿De verdad estoy gorda?

 

 

 

FIN

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