INTREPIDEZ
Se avecina la tormenta,
una de las tantas
que con la periodicidad
del sueño
hacen ominosa la trashumancia.
Tengo que partir, es inevitable.
Acostumbraba a llevar mi velero
no muy lejos de la costa.
Todo era seguro.
Pero ahora.....
Debo hacerme a la ancha mar
-temo que mi frágil velero
no resista el embate de las olas-
Me adentro cada vez más
en el terreno de las sombras.
La única esperanza:
Encontrar los versos
que busco Alfonsina
Si los encuentro
sobreviviré al naufragio.
Diciembre /2006
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