SIMON,
EL PESCADOR DE ESTRELLAS
(Simón, el pescador de estrellas es un
ejercicio teatral apoyado en la interpretación de algunas composiciones
musicales características de la zona andina colombiana.
Es una combinación de pantomima, danza,
teatro y toda la poesía.)
PERSONAJES:
SIMON,
el pescador de estrellas
MARIA
ANTONIA, la lavandera
SEÑORA
MARIA ROSA,
ANCIANA
GENTE
DEL PUEBLO,
1-
INTRODUCCION MUSICAL
(Suenan
acordes de tiples y guitarras situando la escena en algún rincón andino de un
país llamado Colombia. Poco a poco se revela en escena, un pueblito de esos, de
casas pequeñitas….)
2- EL
RETORNO
(Simón
regresa a su pueblo cargado de esperanzas y de un par de maletas precarias pero
pesadas que hacen que sus pasos sean lentos y hasta dolorosos. Mientras camina,
es audible es hermoso bambuco colombiano que hace de llorar de folclorismo y
pintorequismo el alma colombiana en tierras propias y extraña. Es nada más que
el infaltable “Pueblito viejo”, el de
mis cuitas……calles tranquilas donde corrió la juventud de miles de colombianos…
Simón
llega a su casita…..su casita está construida a la orilla de un río, seco en
verano, crecido en invierno…. ¡así debe ser!
3-
SOLEDAD
(Simón
aparece trabajando por los alrededores de su casa, el azadón hiere repetidamente
la corteza de la madre tierra; es una caricia feraz, singular, de tierna
crueldad…de fatigosa esperanza. Luego Simón esparce las semillas que van
cayendo sobre la tierra fértil, son gotitas de amor sobre la fecundidad del
vientre..
Exhausto,
Simón se aproxima al río, se lava las manos y la cara…..bebe y queda absorto
mirando la corriente, como balbuceando:
SIMON: Otro día más que pasa,
otra tarde que se va
una noche se avecina…
noche, noche que llega,
noche eterna…poblada de
estrellas
brillantes, allá, distantes….
Y una luna conocida
que lava con luz dormida
mi ropaje de soledad.
(Simón
acongojado entra a su casita, seguramente a terminar de rumiar sus penas. *1)
4-
MARIA ANTONIA
(María
Antonia llega alegre a la orilla del río. Cosa singular por estos días, pues
las alegrías sucumben ante los sobresaltos ocasionados por la violencia ciega
que arroja desperdicios humanos con todo y empaque a las aguas que una vez
inspiraron versos y canciones. Pero María Antonia es así: alegre, rotunda,
hermosa. Saca del cesto la ropa que ha de lavar y confiada, optimista,
seductora inicia su labor. Acompaña sus movimientos tarareando una canción que
en su voz es algo delicioso. Simón sale de su casa, estira su cuerpo como
intentando volar hasta que, atraído por el delicioso murmullo, descubre a la
mujer….Empieza a sonar el bambuco “María Antonia” y desde su punto de observación,
Simón le muestra a la humanidad –sin decir una palabra- la cara de idiota que
se posesiona de un hombre cuando se enamora. Clara, debe ser sublime si hay
“encantamiento” *2
“Maria Antonia es la ventera, más linda que
he conocido; tiene su venta de besos al otro lado del río…..” *3
Terminando
la canción, Simón se acerca lentamente; María Antonia, advirtiendo su
presencia, sonríe y se ruboriza; Simón se ofrece para cargar la cesta de ropa
limpia, María Antonia no acepta, pero no obstante se aleja mirando
seductoramente al pobre hombre, de tanta en tanto……Finalmente, ya bastante
lejos, dice adiós con su mano blanca y el corazón de Simón empieza a saltar de
alegría.
Saltando
y sonriendo se encamina a la zona principal del pueblo.
5-
SERENATA
Simón
contrata en el pueblo los servicios de unos músicos ambulantes de dudosa
afinación y armados de aguardiente y guitarras se paran frente a la ventana de
María Antonia y desgranan sus cuitas de amor en forma de canción:
“Negrita.....tu llegaste en las noches de mi
amargo penar; tu llegaste a mi vida y borraste la herido de mi pena…”
(Luego
de la canción y en forma de pantomima se representa del proceso de
enamoramiento, cortejo, petición de mano, matrimonio, baile hasta dejar a la
pareja, muy juntita, sentada a la puerta de la casa de Simón.
6-
ABANDONO
(Simón
se ve enfurecido y aprestándose a salir. María Antonia está embarazada y teje
un saquito azul a la entrada de la casa)
MARIA
A: ¡Simón! No te vayas aún, tengo
que hablarte, explicarte todo…Las cosas no han salido como esperabas,
pero….Mira, en la ciudad hay posibilidades y…
SIMON: ¡Cállate! No sigas…Ya te he dicho
que todo esto es una tontería. No me hagas perder tiempo hablando estupideces….
¡Me voy!
MARIA
A: Amor…pero es que nosotros….
SIMON: He dicho que no más. ¡Adiós!
MARIA
A: Simón, por favor… ¡escúchame!
SIMON: (Burlándose) ¡Simón por favor,
escúchame! (Se marcha sin mirar atrás. María Antonia ofendida, llorosa, con
prisa hace maletas y sin dejar una nota abandona la casa. Silencio de abandono,
sonidos de abandono *4
Un poco
más tarde, Simón regresa, es otro Simón, un hombre alegre, un hombre exultante.
Llama con zalamería a su mujer…..)
SIMON: ¡María Antonia! ¡Amor de mis
amores! Toñita de mi alma, ¡ya estoy aquí! ¿Dónde te has metido? ¡María
Antonia! ¡María Antonia! (María Antonia se ha ido y los llamados de Simón
empiezan a sonar sollozantes, patéticos. Comprendiendo lo ocurrido, se entra a
su casa saca una botella de Aguardiente Tapa Roja, se sienta en el poyo y
empieza a beber y a llorar *5)
7-
EMBRIAGUEZ
(Completamente
ebrio, el rostro marcado por el insomnio y el llanto profuso, de madrugada, con
la tristeza en los pies, Simón llega al pueblo y busca una cantina *6.
Se hace
una pantomima ilustrando la letra de la canción. Lo que el público resista)
“Por aquí voy llegando, señora María Rosa; me vine
madrugando, el alba está lluviosa; la india me ha dejado, no volverá a la
choza…vaya dándome un trago, señora María Rosa”
Terminada
la canción, Simón sale de la cantina en una borrachera diluvial deambula por el
pueblo cantando, gritando, sollozando:
¡Yo no
se! ¡Yo no se!
Una vez tuve
sosiego,
Yo no se, yo no
se,
Ahora pierdo la
razón
Llega a
su casa y desaparece por entero de la mirada de las gentes del pueblo, de los
espectadores, casi, hasta de Dios.
8- EL
PESCADOR
(Para
que no lo vean, Simón sale por la noche, a la orilla del río….ora llora
cavilante, ora pesca vacilante. Hoy, Simón no quiere llorar, hoy Simón quiere
pescar… ¿Qué pescará esta vez?....La respuesta es ese hermoso bambuco titulado
“Pescador, lucero y río” que ha de sonar imponente
“Cuentan que hubo un pescador barquero, que
pescaba de noche en el río; que una vez con su red, pescó un lucero y feliz lo
llevó a su bohio….”
Toda la
escena se representa en una danza lenta, hermosa, vigorosa, en la cresta,
silencio. Luego del silencio un grupo de parroquianos se congrega frente a la
casa de Simón. Unos cuantos sacan un cadáver luminoso y se inicia un cortejo
fúnebre que termina cuando el cuerpo es tragado por la tierra)
9-
RETORNANDO
(Vemos
a una María Antonia sonriente llegando a la casa de Simón. Luce un hermoso
vestido comprado en la ciudad. Trae a un niño entre sus brazos y una maleta de
azafata, reluciente. Toca con insistencia, pero nadie le abre. Una anciana, que
lo ha visto todo y lo que no ha visto se lo inventa, se acerca a ella y le
dice:
“Ya no vive nadie en ella y a la orilla del
camino silenciosa está la casa…”
“Las
acacias” suena tanto como el director estime conveniente)
10-
SOLEDAD
(Maria
Antonia acongojada busca el sitio donde vio por primera vez a Simón se sienta y
musita:
¡No me
esperaste amor! Marché a la ciudad en busca de mi bien, también del bien tuyo y
el de nuestro bien.
El mundo seguirá girando y ya nada será
igual….Oh, Simón, te conservo, te guardo, aquí arrullado entre mis brazos…
Mira
hacia el río, mira el firmamento, mira los ojos de Simoncito, así.… así y se
escucha primero como murmullo y luego con vehemencia…:
“En esta noche clara de inquietos luceros, lo
que yo más quiero te vengo a decir…..”
FIN
NOTAS:
1 Es que los campesinos en mi
país han tenido muchas penas desde antes de la primera Reforma Agraria.
2 Si se utiliza el efecto de
distanciamiento, el director ha de asegurarse que el impacto en el espectador
no produzca el “temor afectivo” o “miedo a enamorarse” que produce ganancias a
los terapeutas de la conducta.
3 La situación en Colombia ha
sido tal, que hasta los besos se compran. Todo se compra, todo tiene precio….Claro,
María Antonia es la inocencia proverbial y la letra del bambuco no tiene otra
lectura.
4 El abandono es algo tan
común en Colombia que cualquier cosa sirve para ambientarlo. Claro, si se es riguroso de la semiótica se puede
simbolizar a través de una mano extendida y un viento que pasa.
5 Un alto porcentaje de
hombres colombianos bebe cuando llora y llora cuando bebe. Parece ser una
combinación inseparable, como la arepa y el chorizo, como la vida y la muerte.
6 La cantina es la alternativa
terapéutica del colombiano promedio
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