ROQUE LUENGAS
Como que se llamaba
Roque Luengas y toda su vida anduvo por el camino recto.
Roque, católico,
practicante y práctico.
Claro que de cuando en
vez era justo “echarse una cana al aire”.
En esas raras
ocasiones, Roque visitaba un reconocido Club Nocturno, sólo para caballeros, y
todas las veces acompañado de un amigo, pues era previsible que se pusiera
nervioso e hiciera el ridículo delante de las damiselas que están en esos
lugares haciéndolo.
Roque era muy
imaginativo.
Como todo buen maestro
de literatura y de ética, poseía una imaginación bastante adiestrada para salir
airoso de cualquier incidente en el que se involucrara.
Pero…..¡sorpresas teda
la vida!.
Como solía hacerlo,
convidó a uno de sus mejores amigos, recto como él, y por probar decidió no ir
a uno de esos lugares conocidos, sino que eligió uno que había sido inaugurado
recientemente y que ofrecía colegialas……como maliciosamente le murmuró el
informante y ahora lo hacía Roque con su recto compinche. ¡Colegialas!
Entraron al local…Miraron
el material humano y por poco a Roque le da un síncope al descubrir en el grupo
de mujeres medio desnudas a Emma Luengas Ortiz, su primogénita, la luz de sus
ojos.
-
¿Qué haces tú aquí?, pregunta Roque con
ojos desorbitados
-
¿Qué haces tú aquí, pregunta Emma con
cierto desprecio
Y aunque los dos tienen
montones de palabras para responder, casi que tácitamente deciden que lo mejor
para ambos, por el momento, es callar.
Santa Marta 2008
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