jueves, 11 de octubre de 2018




EL ZAPATO ANARQUISTA

La  cojita Marlén, ejemplar monópedo del jet set criollo habíase destacado  por su vida disipada y su carácter casquivano. Rodeada siempre de boato, luciendo escandalosos trajes propios de realezas reales y haciendo ostentación de sus largos y paradisiacos viajes se convirtió en la comidilla del día, en el plato preferido de los medios de comunicación...in “il bocato di cardinale” para odios y envidias.

Su nombre no podía ser omitido en ninguna reunión.

Para cualquier  ocasión, aunque fuera intrascendente, Marlen cambiaba totalmente de aspecto, pero tenía un secreto...nunca cambiaba su zapato del pie derecho...
En verdad era un hermoso zapato, diseñado exclusivamente para ella por el mismo diseñador de las grandes estrellas del espectáculo mundial (Margot Fonteyn le retiró el saludo cuando supo que diseñaba para otra y eso a él no le molesto. Canceló sus contribuciones a la Royal Ballet)

Se encontraba en New York cuando recibió la nefasta noticia de la muerte de su progenitor a manos del temible dictador quien de esta forma se apoderaba de las riendas de su país.. Pese a lo horrible de las circunstancias (Dicen que su padre fue empalado y exhibido por varios lugares) Marlén no perdió su característica serenidad. Con mucha calma hizo maletas y tan pronto como pudo viajo a su país al que amaba mucho y necesitaba más....aún más que a su pierna

Tan pronto llegó se dirigió a la casa paterna – lo que quedaba de ella- y lloró desconsoladamente ante los escombros y lloró más cuando supo que su padre había sido sepultado en una fosa común al lado de los indigentes que pululan sobre la empobrecida capital de la gran República.

Vestida de negro y apoyada en una vistosa muleta -diseñada para ella por un científico de la Nasa cuya perversión consistía en  enamorar a personas con limitaciones físicas - y luciendo como nunca su hermoso zapato......deambuló por todas las calles de su querida ciudad.
Su penoso andar se detuvo en la Plaza Principal. Allí se congregaba – como en los viejos Consejos Comunales- gran cantidad de seguidores para escuchar las atenoradas palabras y el acento coloquial pero ensordecedor del Gran Dictador.

Marlén se abrió paso entre la multitud, cayendo en dos oportunidades hasta quedar muy cerca del asesino de su amado padre.
Cuando no pudo acercarse más, se inclinó y se despojó del hermoso zapato de su pie derecho. Lo hizo con su mano izquierda y lo lanzó violentamente sobre la cabeza descubierta del villano, quien al recibir el impacto cayó de espaldas de la tarima, fracturándose el cráneo y muriendo instantes después coronado por un charco de sangre.

Marlen fue aclamada por los opositores del dictador y se convirtió en dirigente del Partido hasta cuando le sobrevino la muerte a la envidiable edad de cuarenta años.
Su hermoso zapato del pie derecho se conserva en una inexpugnable urna de Cristal en el Museo Nacional de su país, dónde es visitado y fotografiado por millones de turistas que acuden  anualmente.



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