viernes, 12 de octubre de 2018

Madonna López - Fermín Hood - (Cuentos anómalos)




MADONNA LOPEZ

De ser una niña de trenzas y zapaticos de goma, de la noche a la mañana, la magia de la televisión y el poder de los medios la convirtieron en una mujer de alto vuelo. 

Una hembra de satín y lentejuela.......y de tacón puntilla.

Y tuvo el mundo a sus pies...literalmente a sus pies.
(Que bueno que también hubiera tenido la precaución de mantener los pies sobre la tierra)

“Es que se le subieron los humos”
“Es que aprendió a mirar de soslayo”
“Es que descubrió otro orificio para evacuar”
“Es que......”

Lo cierto es que se volvió soberbia. Y de soberbia, despistada.

Cierto día, en el que utilizaba la calle como una vitrina ocasional para exhibir su cuerpo, su talento y su fama, olvidó que los peatones caminan por las aceras y ¡pum...!

¡Un Transmilenio!.

Madonna López, de ser una niñita de trenzas y zapaticos de goma, pasó a ser una estrella sin brillo, un angelito sin alas.

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