Alejandra Pizarnik
Se cerró el sol, se cerró el sentido del sol, se iluminó el sentido de cerrarse.
Llega un día en que la
poesía se hace sin lenguaje, día en que se convocan los grandes y pequeños
deseos diseminados en los versos, reunidos de súbito en dos ojos, los mismos
que tanto alababa en la frenética ausencia de la página en blanco.
Enamorada de las
palabras que crean noches pequeñas en lo increado del día y su vacío feroz.
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