miércoles, 9 de abril de 2025

"Canción demente" - (Fragmento de "Piel en la hoguera" de Fernando Arias Alvarez)

 

Canción demente


Afanando las horas y prolongando calendarios concurren tarde a tarde a la llegada artificial de la luz; en su rincón de miradas y café tratando en su imaginación de largar los brazos buscando el leve roce de sus cuerpos escondidos tras un doloroso “Es imposible”

¡Imposible!

No es un alma joven la que clama ni otra encallecida que protesta; es un oscuro fantasma que navega por ese mar que construyeron en un pequeño pocillo para beberlo calmando así la sed de sus ilusiones.

Guardan, estoy seguro, en el fondo de sus ojos furtivos las imágenes de ayer tras ayeres que van formando un libro que envejece cada noche un poco más.

Aún no se vislumbra el día soñado ni la noche ansiada en que lo terminarán y pondrán su firma para siempre.

Cada encuentro hace que encierren en sus labios la frase que rompe el inexplicable hechizo.

Son más de trece años, piensan, y se hacen daño haciéndolo.

Siempre serán los mismos trece, el de treinta y seis, ella de veintitrés; ella de sesenta, el setenta y tres; ella inmortal, el eterno.

Luego….ahora qué importa que ella tenga veinte y él tenga treintaytres?

Locura. Locos….!Locos! Pero no es esa locura corriente y anodina que solo infunde risas  temerosas…es la locura esa de impedir sus sueños ausentes y cerrar los labios que se obstinan en pronunciar sus nombres; es la locura esa de querer perpetuar despertares ansiosos de mejores tardes……

En fin…..Imágenes en sueños y mañanas anhelantes, ingenuas travesuras y sueños suplicantes, calendarios convertidos en una sola noche eterna y horas que pasan cada diez minutos; prolongadas esperas y encuentros fugaces, sonrisas que se meten como dardos en la diana del alma. Y miradas que viajan detrás de las sonrisas y todo, todo esto…¿qué?

Caminad ahora con paso firme, liberad por fin ese deseo enmascarado en una sonrisa a veces tímida pero siempre suplicante.

Abrid por fin esos cerrojos de pudor y prejuicio que están encerrando vuestros labios y dejad salir por ellos vuestras almas en libertad, libres como son las almas.

Acercaos un poco más, no temáis……es el miedo a la libertad….es el miedo al amor….es el miedo que empieza a disiparse, ahora, en este instante en que cerráis vuestros ojos y véis cómo vuestros labios se acercan inexorablemente para siempre.

¡Locos sois! Por eso os venero, y por amor, locos, yo os amo. ¡os amo!!

 

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