viernes, 18 de abril de 2025

"Sueños" - (Fragmento de "Piel en la hoguera" de Fernando Arias Alvarez)

           
Sueños

¡Oh, sueño..!

En la inconciencia te adueñas de mí y me haces feliz.

En la tristeza me das consuelo...severamente.

 En la noche, en los sueños matamos algo nuestro

¿Qué será lo que muere?

Es claro: la factibilidad de realizar el sueño

 Desde que era un mozalbete la gente, familia  y amigos, me percibieron como un soñador.

Iluso, mentecato eran calificativos frecuentes para definirme.

Y no me molestaba, por el contrario, el estigma de soñador me confería un halo de “bicho raro” y si algo es característico de mi personalidad es el hecho de poner distancias con lo que parece ser común denominador.

Realmente tuve problemas como soñador cuando la guerra fría  nos dividió entre materialistas e idealistas…No tuve militancia… no podía tener militancia porque no había manera teórica o práctica de conciliar las contradicciones que acaecían en mi interior:  Mientras por un lado me alineaba al lado de los que luchaban contra la injusticia social….. por otra parte, bueno, si……

Siempre tuve el sueño de volar ¿Soñador? ¿Volador?

 Aprendí a volar desde muy chico. Recuerdo que a mis cómplices (más que amigos, siempre tuve cómplices) les decía que aprendía a volar por correspondencia…(Método de Hemphill School)…..algunos me creían…seguros de que hablaba de ser piloto comercial o émulo de Ritchofen, tontería de niño…pero no era eso.

 Mira, es que el sueño de volar y en general todos los sueños, no son más que una forma de darle importancia a  la incapacidad que tenemos de ser otro.

 Soñar, ser un soñador me permite exhibir una sonrisa como de triunfo. Si, es una sonrisa efímera, pero no saben el placer que esa sonrisa proporciona. Pasearse uno por ahí, por la gran ciudad…con una sonrisa de placer….¡Ah!

 Los no soñadores, es decir los que no se consideran estúpidos, cuando nos ven sonriendo en plenitud por un  momento, aunque sea por un momento, llegan hasta dudar de su pragmatismo.

¿Qué se ha hecho ese que parece tan dichoso?

La respuesta es simple….¡Nada……¡ Solo soñar!

 Bueno, la primera vez que volé tuve miedo. El mismo miedo de todas las primeras veces.

Ascendí despacio, con precaución, procurando no desperdiciar la magia de cada instante.

Cuando me sentí seguro, di el primer aleteo decisivo.

¿Hacia dónde iba a dirigir mi encanto?

 Por lo pronto volé derecho al campanario de la iglesia e hice repicar con vehemencia las campanas, para que el pueblo entero se diera cuenta que un majadero había hecho su sueño realidad.

¡Ah, la envidia, esa vieja aliada de los que han fracasado!

 ¡Ah! Iba del lastre de las limitaciones al esplendor del vuelo.

Bastaba ir abriendo y cerrando los ojos……y  las lontananzas se hacían posibles…

 Luego de darle empujones a mi autoestima (término muy empleado por neopsicólogos y paranalistas  que representa un incremento del 60% en la consulta)…..me dio la gana de volar sobre lagos y montañas….Ah, la audacia que nunca nos abandona…

Volé y volé y alas me faltaron…

Anduve por los caminos aguamarina y sobre el arco iris…Visité la tierra de los gnomos y entendí porque Oscar Mathzerath se negó a crecer…..

 No se preocupen de lo que hacían a escondidas.

No soy voyeurista y  nunca padecí el síndrome de Peter Pan.

 

 

 




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