TAGANGA
Lo mejor está en Taganga.
Es el lugar de los sueños fulgurantes
plenos, en armonía, en su cercanía se puede apreciar
cómo las cadenas se rompen....
nazco en libertad de nuevo.
En Taganga una muchacha y poeta
me pidió monedas a cambio de sus versos
para comprar una sopita.
Ah, mísera poeta
compraría su alma
(sus versos malos y simples);
otra gente vende muchas cosas,
una gitana vende collares y manillas
y se vuelve en cada cliente, alemana, argentina,
nativa....siempre extranjera, siempre exótica
aunque nació en Montería.
Taganga, una esquina del paraíso
a la que a una mujer no entiende:
le parece demasiado corriente.
(Otro cielo cobijará su alma
y dejará escapar su vanidad
el viento borrará la huella
después del viaje definitivo)
¡Oh mar!
Estoy capacitado para hacerme invisible.
Para mañana
no tengo nada que celebrar
¿O si?
Pero mi celebración debe ser en soledad.
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