CONFESION
Se ríen y no saben por
qué; se cansan y qué y qué; se pudren bajo sus máscaras de felicidades
cooperativas (de ghetto); se paran, no caminan y cuando lo hacen…caminan a lo
loco o van enloqueciendo suavecito para no violentar el frágil transitar de sus musas protectoras. (Melpómene en el caso de
ellos)
Orinan con elegancia.
(Los hombres sujetan el pipi con el dedo meñique estirado y las hembritas
dibujan una ese antes de posar sus rosadas nalguitas sobre el bacín)
Piensan poquito pero es
mucho lo que parecen pensar; vibran a cuotas y se ponen nerviositos; sudan y se
limpian; la cagan y a veces se preocupan; sonríen a nadie que está sentado con
la pierna cruzada…pero a todos engañan, en especial a los que amenazan su tenue
seguridad; lastiman pero se disculpan y para celebrar los perdones invitan a
tomar una copa a veces dos. La tercera corre por cuenta del perdonado.
Se embelesan con las
cosas extrañas, discuten con acaloramiento, dan besitos y reciben besitos y cuando se
manifiestan tristes, son encantadores
recibiendo besitos y palmaditas en la espalda, cierran los ojitos y se dejan
desear……alivios mientras rueda por su mejilla una lagrimilla ambigua.
Cuando se enfurecen,
gritan y vociferan, mas cuando no tienen dinero o este escasea, susurran…casi
trinan.
Se dejan llevar por la
corriente y tratan de parar cuando la corriente es fuerte, porque cuando no,
quieren ser timonel. (Es que ser el timonel les permite ser bonitos y mamones.)
En fin.
Filosofan, questionan
(sic) y se les hace un nudo en la garganta, pero, a pesar de todo “la verdad triunfa y no se
opaca por el tupido velo”
A veces son exagerados, a
veces, a veces
Son frívolos. Dan
especial significado a una cagadita de mosca en la nariz y se transforman en
“angry young” (energúmenos) cuando su sapiencia bien expresada no es atendida
Se miran al espejo y
siempre, pero siempre, siempre, el espejo sale perdiendo.
¡Ah!, ……y cuantos lo
rodean (familiares, amigos, vecinos, fans) son un poco menos que unas meras “apariciones” que
tienen la obligación de agradecer “su” agradable compañía, su fama y su fortuna
(Cuando no hay fortuna es peor)
Sus ropas son costosas,
pero mal utilizadas; su palabrería es melosa, dramática, siempre efectiva y
nadie, léase bien, nadie es capaz de resistir sus incomparables picaditas de
ojo.
Se bañan, pero no se les
nota.
Cuando se cortan la barba
(o el bigote) es todo un acontecimiento y si por fortuna (fortuna casi diaria)
suspiran por un nuevo amor…ponen ojitos de pajarito cagando; sus manitas
cerquita al corazón; su cabecita levantada….y… que se acabe el mundo (Porque el
mundo es demasiado pequeño para albergar la dicha de uno de ellos)
¡Así son ellos!
Y así serán (Pero no les
digas que fui yo quien lo dijo, pues yo soy uno de ellos y me van a odiar por
mentiroso y traidor…¡ah!…porque se me olvidaba decir que somos mentirosos y
traidores.)
(Una envidia de de 1986)
No hay comentarios:
Publicar un comentario