De verde vestido, como se viste la esperanza (la visten así los semiólogos y algunos semantistas con demasiado tiempo libre). De verde vestido avanza por una calle desierta de la capital de la República…..(muy cerca del lugar donde habita el hombrecito que se convirtió en Mesías y hace….esperanzas).
Lleva las manos en
los bolsillos y va pensando en lo indispensable que sería cargar en ellos un
revólver.
En verdad, su
formación pacifista le obliga a detestar las armas y eso lo ha pregonado
infinidad de veces ante propios y extraños.
Pero esta noche se
siente inseguro.
Muchas noches, casi
todas, desde que cumplió los veinte años ha tenido que atravesar las mismas
calles peligrosas y no pocas veces se ha ufanado de lo atrevido de sus
excursiones.....para ganarse ese respetito de la audiencia temerosa de la
violencia citadina……
Pero esta noche es
diferente
Durante todo el día
no ha dejado de pensar en lo que puede ocurrirle en la noche
Es la ruta obligada
a su casa
Bueno, su casa es
una habitación pequeña y un baño que tiene que compartir con una veintena de
inquilinos hacinados en un viejo edificio que tiene un poco más de tres siglos
y una historia sorprendente que solo le interesa a los letrados y a los
especialistas que se ganan la vida recuperando memorias que se pierden.
Hasta fantasmas
propios tiene...
Las rutas de
transporte, tan irregulares en la ciudad como en la jungla, no lo acercan a su
casa y ha de caminar entre veinte y veinticinco minutos desde la parada hasta
su casa. La diferencia la determina el hecho de que a menos tiempo ruta
insegura….. y la ruta segura, no lo es tanto…a veces….
Hasta las nueve de
la noche puede decirse que el sector es concurrido, pero después de esa hora
ningún transeúnte avisado y ni siquiera los propios vecinos del lugar se
atreven a caminar por ahí.
Cuentan que son
muchas y constantes las escenas violentas que han tenido lugar allí.
No hace mucho una
pareja de enamorados, cegados por el deseo y buscando un lugar para amarse
fueron a parar accidentalmente por ahí…Allí murió su amor, allí quedaron
tendidos en la acera, muy lejos uno de otro con las gargantas cortadas y sendas
muecas de horror, no de placer…en sus rostros
Nadie dijo nada
porque nadie vio nada. Y si alguien hubiera visto algo...…tampoco lo diría…Es
la ley que impera en nuestro mundo para
salvar los pescuezos.
De verde vestido
avanza por la calle solitaria y mal iluminada. El presagio fatal se apodera de
sus pasos. Mantiene las manos en los bolsillos porque muchas veces ha escuchado
que los que atacan no se fían de las sorpresas embolsilladas.
Aparte de estar con
las manos en los bolsillos, el rostro debe expresar que se “tiene” algo entre
los bolsillos…actuar como si se tuviera un cañón en el bolsillo y se estuviera
dispuesto a accionarlo al menor conato de agresión
“Bobadas” pensaba
él…pero ahora no lo piensa, ahora que avanza de verde vestido por la callecita
del peligro….
Hace tres días en
la mañana, justo cuando salía para su trabajo…se encontró de frente con una
mujer a la que al momento bautizó como “la mujer más hermosa del mundo”.
Bastaron apenas
unos segundos para que el impacto ocasionado hiciera estragos en su corazón y
en su entendimiento.
Esto no dejaría de
ser una tontada si no fuera porque la mujer hermosa del mundo era la hermana
del hampón más temible y conocido de la ciudad y de contera, la enamorada de un
policía asesino, compinche del hampón…..su parcero, “El Veleño” lo llaman y ha
de ser por alguna referencia geográfica muy explicable….
Dio la casualidad
de que “El Veleño” presenció toda la escena y no pudo tolerar la supuesta
mirada que el atónito advenedizo le lanzó a las piernas y el trasero de su
mujer. De inmediato sacó un cuchillo y empezó a corretear al ofensor quien como
pudo logró esquivar el ataque
Las frases
amenazantes lo persiguieron varias cuadras y cuando pudo darse un respiro, notó
que una cuchillada le había roto el saco….
De eso…tres días
antes
Tres días y dos
noches…
Las noches
anteriores evitó pasar por la zona peligrosa pidiendo permiso en el trabajo y
llegando más temprano…pero esta noche…no
De verde vestido
avanza a cumplir la cita final…
Sus pasos quieren
ser veloces
¿Y si alcanza a
llegar a su casa?
Habrá otro
mañana……otra noche……y otra…Si escapa esta vez...….
¿Hasta cuándo podrá
escapar?
Es mejor morir de
una vez
Pero……¿por qué son
tantos los pasos? ¿Por qué es tan lejos?
¿Por qué no me
matan ya?
De repente todo el
miedo acude en su auxilio y siente que está sobrando en el mundo. Está perdido.
Bogotá. Septiembre 2007
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